Ataques al imán de La Meca: quiere normalizar las relaciones con Israel

El último sermón de Abdulrahman al-Sudais desató polémicas y contrastes. Para algunos, sería un preludio de las relaciones diplomáticas entre sauditas e israelíes. En realidad, él subrayó la importancia de las “relaciones sanas” a nivel internacional. En una llamada telefónica entre Trump y el rey Salman, el monarca confirma la posición de Riad: primero, la paz con los palestinos.

Riad (AsiaNews/Agencias) - El imán de la Gran Mezquita de La Meca, Abdulrahman al-Sudais, terminó en el centro de la polémica, acusado de querer justificar la normalización de las relaciones entre Israel y las naciones árabes, tras la firma del acuerdo con los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Su último sermón, pronunciado con ocasión de la oración del día viernes, dio lugar a ataques y acalorados debates en las redes sociales, ya que - algunos- interpretaron sus palabras como un preludio de un acuerdo entre Israel y Arabia Saudita.

Hace pocos días, uno de los líderes musulmanes del Oriente Medio, el gran muftí de Jerusalén, contrario a la normalización, se pronunció enérgicamente sobre el tema. Él presentó su renuncia al Forum para la Promoción de la Paz, a modo de protesta por el respaldo público de la organización al acuerdo.

En el sermón del viernes, el imán de La Meca subrayó la importancia del diálogo y de las buenas relaciones con los no-musulmanes, con una alusión particular a los judíos. Luego invitó a los fieles a evitar “cualquier idea equivocada sobre las creencias”, destacando que es esencia tener “relacione sanas” en los “intercambios interpersonales” y en las “relaciones internacionales”. Abdulrahman al-Sudais luego citó varias historias personales de la vida del profeta Mahoma, en las cuales mostró que cultivaba buenas relaciones, incluso con los que no eran musulmanes.

“Cuando se trastoca el curso de un diálogo humano sano - prosigue -, partes de la civilización de los pueblos chocarán y el lenguaje que prevalecerá será el de la violencia, la exclusión y el odio”. Por eso es fundamental seguir siendo fieles a los líderes y autoridades, y desconfiar de las facciones y grupos que quieren crear malentendidos y confusión.

Arabia Saudita e Israel no tienen relaciones diplomáticas oficiales; recientemente la dirigencia saudí confirmó la prioridad de un acuerdo de paz omnicomprensivo, que incluya y resuelva la cuestión palestina, antes de instaurar relaciones diplomáticas oficiales. Durante el fin de semana, el rey Salman mantuvo una conversación telefónica con el presidente estadounidense Donald Trump, y confirmó la posición de Riad: solución permanente a la cuestión palestina, como punto de partida de una “iniciativa de paz árabe”. Esta también incluiría las relaciones con Israel, nación con la cual no existen de momento relaciones diplomáticas, si bien en los últimos años se ha registrado una renovada unidad de intentos - diplomática y comercial - entre las dos naciones, sobre todo en clave anti-iraní.

La creciente presión de los Estados Unidos sobre Arabia Saudita también es confirmada por fuentes de Middle East Eye, que afirman que el príncipe heredero (y verdadero hombre fuerte) saudita Mohammed bin Salman canceló su último viaje a Washington, donde iba a reunirse con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Según Jared Kushner, yerno de Trump y asesor especial para asuntos de Oriente Medio, el evento prometía ser una ocasión para relanzar la imagen de bin Salman como actor de paz y sponsor del acuerdo diplomático entre Israel y los Emiratos. La intervención del rey Salman frustró el plan: antes del acuerdo, dijo el monarca, debe lograrse la paz entre israelíes y palestinos, en el marco de una solución para la creación de dos Estados.