Alex Chow también fue liberado bajo fianza. Agradecimiento Card. Zen por haberlo visitado en prisión
Chow, junto a Joshua Wong y Nathan Law podrán apelar la condena a prisión. Agradecimiento al secretario de Justicia, Rimsky Yuan, por el “viaje a la prisión" que ha enseñado a Chow el modo (doble) con el cual la justicia es aplicada en Hong Kong”. Volver a reunir al movimiento democrático. El Card. Zen visita la prisión de Pik Uk dos veces por mes. Cada año, junta fondos para regalar a los prisioneros los “dulces de la luna”, símbolo de la unidad familiar.
Hong Kong (AsiaNews) - Alex Chow Yong-kang (v. foto 1), uno de los 16 jóvenes prisioneros políticos del movimiento de Hong Kong, que fue liberado bajo fianza en el día de ayer, el día anterior había publicado una carta en Facebook en la cual agradecía al Card. Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, por haberlo visitado en la prisión y por haberle dado aliento.
La carta de Chow está dirigida a sus dos compañeros, Joshua Wong y Nathan Law, también ellos líderes del “Movimiento de los paraguas” (también conocido como “Occupy Central”), que habían sido liberados dos semanas antes. A los 3 la Corte suprema de Hong Kong les ha permitido apelar la condena a prisión que les fuera infligida en el pasado mes de agosto, y escuchará la apelación en el próximo mes de enero.
Los 3 habían sido condenados por haber saltado los portones de las oficinas del gobierno e invitado a otros a hacer lo mismo, en una sublevación que luego derivó -tras una respuesta violenta por parte de la policía- al acampe de Occupy Central, que bloqueó tres distritos centrales de la ciudad por 79 días. El movimiento le pedía a China la elección directa del jefe del Ejecutivo del territorio, hasta este momento elegido por un comité de 1200 personas, en su mayoría pro-Beijing.
En un inicio, los 3 fueron condenados solo a trabajos sociales. Pero el gobierno de Hong Kong -quizás alentado por Beijing- pidió la revisión de la sentencia y los hizo condenar a varios meses de prisión.
En la carta publicada, Chow agradece también al actual jefe del Ejecutivo, Carrie Lam, por su oración en favor de los jóvenes, pero se pregunta por qué ella no haya querido abrir una plataforma de discusión sobre las reformas políticas, una solución que habría promovido un buen clima social. Lam, católica, en los tiempos de Occupy Central era la número 2 del gobierno (secretaria general) y en esa época había propuesto una plataforma de discusión semejante, orientada a tratar reformas políticas. Chow la acusa de haber cambiado de parecer desde que se ha convertido en jefe del Ejecutivo, el 1ero de julio pasado.
En el mismo año de Occupy Central (2014), 13 jóvenes fueron condenados por haber protestado contra el proyecto de desarrollo de un área rural en el nordeste de Hong Kong. El proyecto que obligaba a la población local a transferirse, fue criticado porque favorecía a las empresas constructoras a costas de la gente común y corriente y porque perjudicaba el ambiente.
La mayor parte de los 16 jóvenes, hombres y mujeres, ya había descontado una pena en servicios sociales o había obtenido la suspensión de la misma. Pero en el pasado mes de agosto, el Departamento de Justicia del gobierno pidió la revisión del proceso obteniendo condenas más pesadas, que llevó al grupo a ser encarcelado con condenasque van de 6 a 13 meses.
Los dos casos, este último y el de Chow y sus 2 compañeros, juzgados uno tras otro, han causado muchas críticas, acusando al gobierno de persecución política y creando la sospecha de una justicia no independiente.
Después de su liberación, con un poco de ironía, Chow agradeció al secretario de Justicia de Hong KJong, Rimsky Yuan (responsable de su condena a la cárcel) por el “maravilloso viaje” a prisión, donde aprendió mucho sobre la sociedad y sobre el modo en que la justicia es aplicada en el territorio.
En su carta, fechada el 2 de noviembre, Chow también narra algunos hechos sobre su vida junto a sus otros compañeros de prisión en Pik Uk. Entre otras cosas, él dice que “se sintió muy alentado por la visita del Card. Zen a la prisión de Pik Uk”.
Antes de la condena, Chow había programado ir este otoño a la universidad de Berkley (EEUU) para un curso de doctorado, y pensaba reunirse con el Card. Zen en los EEUU, adonde el purpurado viajó en el pasado mes de julio. De todos modos, escribe él, “nos hemos reunido en Pik Uk”. Chow también recordó que sus compañeros de prisión aman mucho al cardenal, que cada año les envía los “dulces de la luna” (yuebing). A la edad de 85 años, el Card. Zen todos los años continúa visitando la cárcel -como hizo en el pasado- dos veces por mes, y cada año recoge ofrendas entre los católicos para comprar los yuebing para los reclusos (v. foto 2).
El dulce es típico para la fiesta del Medio otoño, un período en el cual se celebra la luna llena, que simboloza la unidad de la familia. Este año la fiesta fue celebrada el 4 de octubre. Según la secretaría del cardenal, esta vez se reunieron unos 120.000 dólares de Hong Kong (unos 15.000 dólares) para poder comprar los dulces de la luna, para ofrecerlos a los detenidos.
Desde fines de octubre, el Card. Zen visitó a los 8 jóvenes prisioneros políticos y pudo conversar con cada uno de ellos durante 30 minutos. “Me siento confortado”, dijo a AsiaNews, “porque son jóvenes valientes y están en paz”.
“Hemos intercambiado algunas opiniones sobre la situación de Hong Kong”, continuó. “Ellos han podido constatar el apoyo de la sociedad, porque han recibido muchas cartas desde el exterior. No fue fácil para ellos soportar los meses pasados en prisión. Espero que resistan. Esta situación sin lugar a dudas los ayudará a madurar y a ser más sabios”.
Sobre las perspectivas de democracia para el futuro de Hong Kong, el purpurado dijo: “Debemos preguntarnos qué tipo de suceso queremos. No hay ningún suceso. La única cosa que podemos hacer es obrar para que las cosas no se vuelvan peores”. El campo democrático, agregó, “necesita estar unido y encontrar estrategias. Las autoridades ya han creado un montón de daños (al sistema socio-político)”.
La carta de Chow muestra que, a pesar de su permanencia en prisión, él pudo seguir las temáticas socio-políticas de Hong Kong y aclaró pequeños conceptos erróneos surgido entre algunos democráticos y Law y Wong. Él también alienta al campo democrático a reunirse: “Como colegas de viaje del movimiento democrático -escribe- tenemos una mayor responsabilidad para complementarnos unos a otros, y así surgir como un único escuadrón”.
“Debemos dar más espacio el uno al otro y pensar el modo de sostener (el campo democrático). Este no es un tema fácil, pero dado el momento en que vivimos, bajo una creciente presión, vuelve esencial este desafío esencial y absoluto para el movimiento democrático”.
17/01/2018 11:47
06/02/2018 15:03