Activistas birmanos: Chevron, Total, Posco, Petronas, ¡no paguen a la Junta militar! (FOTOS)

de Francis Khoo Thwe

Las cuatro compañías petroleras pagan a la Junta más de mil millones de dólares al año sólo por proyectos vinculados al gas natural. El movimiento de desobediencia civil, nominado para el Premio Nobel de la Paz 2022. Ayer, el ejército mató a 12 personas. El saldo de víctimas ya suma 320 muertos, y entre ellos, 20 niños. La "huelga de silencio" fue un éxito: las calles de la ciudad permanecieron vacías.

Rangún (AsiaNews) – Los activistas de Myanmar y de todo el mundo que apoyan el movimiento prodemocrático contra el golpe de Estado militar, aprecian los gestos de la comunidad internacional - especialmente en Occidente - para imponer sanciones al comercio y contra los generales que encabezan el gobierno de emergencia.

Casi toda la economía de Myanmar está en manos de los militares, a través de dos grandes conglomerados de empresas: Myanmar Economic Holdings Limited (MEHL) y Myanmar Economic Corporation (MEC).

Las dos compañías participan en el comercio en sectores que van desde la minería a la cerveza pasando por las maderas preciosas, además de la banca, la construcción, los cigarrillos y los seguros, entre otras actividades.

Desde el día del golpe de Estado, la población de Myanmar lleva adelante un boicot contra la cerveza, los cigarrillos y las tarjetas SIM, y despliega una huelga de desobediencia civil que está creando una crisis en el sistema bancario y en las oficinas de la administración pública.

No se conocen con exactitud cuáles son las sanciones impuestas por los Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Europea. Pero los activistas afirman que ha llegado el momento de imponer sanciones a las empresas petroleras extranjeras que hacen negocios con la Junta militar.

En el país operan Chevron (Estados Unidos), Total (Francia), Posco (Corea del Sur) y Petronas (Malasia): todas estas empresas pagan a la Junta entradas por más de mil millones de dólares al año, sólo por proyectos vinculados al gas natural.

Según los miembros de “Justice for Myanmar”, los pagos de Total son la mayor fuente de ingresos fiscales para el régimen.

En una entrevista con Mizzima News, Paul Donowitz, responsable de la Campaña por Myanmar del grupo “Global Witness”, afirmó que “las sanciones son un paso importante para bloquear las fuentes que proveen fondos al régimen militar".

Donowitz pide que la UE y Gran Bretaña dicten sanciones contra los dos conglomerados de empresas, MEHL y MEC, tal como hizo Estados Unidos. La UE aún no ha determinado el tipo de sanciones y Londres sólo ha adoptado sanciones contra MEHL.

El movimiento prodemocrático también recibe un apoyo más ideal, pero significativo, de Noruega. Un grupo de seis profesores de la Universidad de Oslo ha nominado al movimiento de desobediencia civil (MDL) como candidato al Premio Nobel por la Paz 2022. Destacan la capacidad de trabajar por la paz y la democracia mediante métodos no violentos, como motivo para la nominación del movimiento.

Dado que el plazo de presentación de candidaturas para el Premio 2021 expiró el 31 de enero, la nominación fue presentada para la edición del 2022. Aung San Suu Kyi, líder del movimiento democrático, recibió el Premio Nobel en 1991.

En tanto, se planean protestas para hoy, pese a que los militares mataron a cuando menos 12 personas en el día de ayer. Se desplegaron manifestaciones con velas en los estados de Mandalay, Sagaing, Karen y Chin. Hubo muertos en Taunggyi (estado de Shan), Mohnyin (estado de Kachin, foto 1), y en Rangún y Bago. Según la Asociación de Ayuda a los Presos Políticos (AAPP), el régimen ya mató a 320 personas, y entre ellas, a 20 niños.

Los datos de la AAPP muestran que más del 25% de los muertos fueron asesinados con un tiro en la frente, lo que indica que los disparos fueron deliberados. Cerca del 90% de los asesinados son hombres; el 36% son jóvenes menores de 25 años.

Pese a todo, la violencia de las fuerzas de seguridad no frena la resistencia de la población. Hace dos días se convocó a una "huelga de silencio", en la que se pedía a la gente que se quedara en casa y no fuera a trabajar. Una manera de contrarrestar la maniobra de la Junta, que obliga a sus empleados a ir a las oficinas o a trabajar en las obras. Las calles de muchas ciudades permanecieron desiertas durante la mayor parte del día. Sólo por la noche hubo manifestaciones, en las que también participaron muchos monjes budistas (ver foto).

La noche anterior se produjo un incendio en la sede de la Liga Nacional por la Democracia en Rangún. Los vecinos de la zona pudieron extinguir el fuego al cabo de media hora. Curiosamente, las bombas de agua y las bocas de riego de los alrededores estaban destruidas o sin agua.