A siete años de los pogromos contra los cristianos en Kandhamal, sigue sin hacerse justicia
Mumbai (AsiaNews) – Siete años después de los violentos pogrom anticristianos en Kandhamal (Estado indio de Orissa) del 2008, siguen siendo desconocidos los asesinos de Rajesh Digal, quemado vivo por una turba de nacionalistas hindúes, cuando regresaba del trabajo. La esposa, Asmitha Digal (en la foto), aún espera algún tipo de compensación y que se le devuelva el cuerpo de su marido, cuyos restos fueron arrojados a un río para cubrir las huellas del crimen. Esto es lo que denuncia el Global Council of Indian Christians (GCIC), una organización que brinda apoyo financiero y legal a las familias de las víctimas del episodio más violento de la persecución contra los cristianos jamás registrada en el país.
Sajan K. George, presidente del GCIC, dijo a AsiaNews: "El nombre de Rajesh no ha entrado aún en la lista de "personas desaparecidas", porque su cuerpo nunca fue recuperado y los restos de sus cenizas fueron esparcidos en una corriente del río . Por esta razón, la familia aún no ha recibido compensación correspondiente. Vamos a luchar para garantizar que se haga justicia para su esposa, Asmitha".
La violencia en Orissa en 2008 fue resultado de la muerte de Laxamananda Saraswati, líder del Vishwa Hindu Parishad (VHP, grupo ultranacionalista hindú), asesinado por un grupo maoísta. Aunque la guerrilla ha reivindicado su culpabilidad desde el primer momento, la ira de los activistas hindúes envolvió a la minoría cristiana (dalits y adivasis en particular) en el distrito de Kandhamal. Los pogromos han obligado a huir a 55.000 cristianos; 5.600 viviendas en 415 aldeas han sido saqueadas y quemadas; cerca de 300 iglesias fueron destruidas, así como conventos, escuelas, albergues e instituciones de asistencia social; hay 38 muertos confirmados por el gobierno (pero otras fuentes hablan de al menos un centenar de víctimas); dos mujeres fueron víctimas de violaciones en grupo; muchas personas han reportado daños permanentes por la tortura sufrida.
Rajesh, un cristiano local, en agosto de 2008, cuando regresaba a casa del trabajo, fue interceptado por un grupo de radicales hindúes. La multitud lo rodeó y le ordenó al hombre que confesara su filiación religiosa. Siendo que Rajesh no negó su fe cristiana, el grupo lo atacó y le quitó su bolso, en el cual estaba su Biblia personal. A la vista del texto sagrado, la multitud se lanzó hacia él y comenzó a golpearlo salvajemente, hasta el punto de que ya no podía moverse. Los radicales luego cavaron un pozo y arrojaron el cuerpo de Rajesh, todavía vivo, prendiéndole fuego. Ante los gritos de dolor del hombre, los asesinos respondieron: "Llama a tu Dios, Él te salvará".
Asmitha, la viuda, dice con dolor a AsiaNews: "La multitud se burló de él durante dos días, por el hecho de que había sido quemado vivo. Cuando dijo 'Tengo sed', uno de ellos orinó en su boca. La multitud gritaba, se burlaban de él, diciéndole: "Llama a Jesús así te resucitará'". La mujer dijo que el cuerpo de su marido fue arrojado a las aguas de un río, para que la prueba no pudierá ser recogida. Por otra parte, ninguno de los que estaban presentes en el momento del asesinato quería testificar contra los agresores. "Todos los años - termina - en el aniversario de su muerte, mi sufrimiento crece aún más, porque no tengo una tumba donde mis hijos y yo podamos orar. Ésta es mi cruz, la llevo para toda la vida".
18/03/2015
14/09/2015
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