A nadie le importa la huida de los coptos de Sinaí del Norte
Desparece de los medios egipcios la noticia de los hechos de violencia sufridos por los coptos. Para el gobierno, la crisis está resuelta. En tanto, las conferencias internacionales continúan. No surtió resultado alguno la conferencia organizada por Al-Azhar, concluida ayer. Más de 1500 cristianos han huido de Al-Arich.
El Cairo (AsiaNews) – Desde el 22 de febrero, son cada vez menos las noticias de los medios sobre los coptos que huyen de la violencia y del terrorismo del Estado islámico en la península del Sinaí.
El gobierno egipcio está convencido de haber cumplido con su deber: una visita del Ministro de Asuntos sociales al lugar; el arribo de varios convoyes estatales y de la sociedad civil con ayuda humanitaria y víveres; los que han huido no serán penalizados por su ausencia en el trabajo y los estudiantes serán derivados a otras escuelas.
Todo parece haber vuelto a la normalidad. Incluso el término “inmigrantes” fue denunciado por el patriarca Tawadros II, el líder espiritual de los cristianos de Egipto que, durante su discurso semanal del día miércoles, declaró que se opone “a la utilización de esta palabra por parte de los medios. No es correcto. Es sólo una crisis pasajera”. Palabras dichas con una ironía tal, que recuerda la misma ironía contenida en las palabras pronunciadas por el Ministro egipcio del Interior: “No hemos pedido a los ciudadanos coptos que dejen sus viviendas y sus bienes”.
A pesar de ello, las conferencias internacionales han sido reemprendidas. Ayer miércoles, se acaba de concluir la conferencia titulada “Libertad y ciudadanía, entre la diversidad y la integración”, organizada por Al-Azhar, la autoridad suprema del islam sunita, que contó con el auspicio del mismísimo Presidente de la república, y que de desarrolló con la presencia de delegados religiosos y laicos provenientes de 50 países, y sobre todo, con la participación de los más altos jefes espirituales de todas las confesiones cristianas del Oriente Medio: cinco patriarcas y decenas de obispos orientales, junto a representantes de diversas Iglesias protestantes.
¿El resultado de la conferencia? Ninguno. Sólo palabras de cortesía y tolerancia de parte de todos.
Mientras tanto, en Al-Arich prácticamente ya no quedan más cristianos. Y hoy, las familias se negaron a recibir la visita de una delegación del Consejo nacional de los derechos del hombre, conducida por el famoso activista copto Georges Ishak.
Ha de notarse que más de 1500 coptos han huido de Al-Arich, al norte de la península del Sinaí, a causa de la violencia que causó la muerte de siete personas en tan solo diez días.
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