‘Como esclavos’: la campaña de AsiaNews por los desempleados de las fábricas de ladrillos (VIDEO)
Familias enteras, padres e hijos, que trabajan por un salario de 7 euros por cada 1000 ladrillos producidos. Pero la pobreza, la lluvia, el invierno y la pandemia cierran las fábricas. Para sobrevivir, solicitan préstamos al propietario, que obliga a la familia a trabajar durante generaciones para saldar la deuda. A menudo los venden a otros propietarios, junto con la deuda. También hay discriminación cuando pertenecen a la minoría cristiana.
Faisalabad (AsiaNews) – Hace una semana, AsiaNews lanzó la campaña "Pakistán: Ayuda a los desempleados en las fábricas de ladrillos", para ayudar a 45 familias cristianas, hambrientas, endeudadas y sin ropa para el invierno. Con una donación de 15 euros puedes ofrecer a una familia una caja de alimentos para 15 días. El corresponsal de AsiaNews estuvo con una de estas familias. Su historia refleja el drama de ser tratados "como esclavos", debido a su pobreza abismal y muchas veces por su fe cristiana.
Pueden enviar su ayuda a:
On line - Vía web: con tarjeta de crédito (Visa, CartaSì, Mastercard, American Express) o Paypal en el sitio web de AsiaNews (http://www.asianews.it) en “Dona ora”.
Causale: “Campagna AN05 – Pakistan: Aiuta i disoccupati delle fabbriche di mattoni”
Transferencia bancaria: a nombre de Fondazione PIME Onlus
en Banca Intesa San Paolo S.p.a.
IBAN: IT78C0306909606100000169898
Código de identificación de la institución (BIC): BCITITMM
Causale: “Campagna AN05 – Pakistan: Aiuta i disoccupati delle fabbriche di mattoni”
Se ruega enviar siempre un e-mail a uam@pimemilano.com y a amministrazione@asianews.it para confirmar la transferencia, especificando el motivo de la donación, nombre, apellido, código fiscal y dirección (datos necesarios para emitir el documento válido para la deducción fiscal).
Babar Masih tiene 50 años, es padre de cuatro hijos (tres mujeres y un varón). Su familia es muy pobre y vive en una choza que les dio el dueño de la fábrica de ladrillos de Kamalpur (o Malikpur), cerca de Faisalabad. Para alimentar a su familia, Babar, sus hijas y su esposa trabajan en la fabricación de ladrillos. El gobierno paquistaní ha fijado un salario a destajo: 1296 rupias (unos 7 euros) por cada 1000 ladrillos producidos; pero la familia de Babar solo recibe 800 rupias (4 euros): el resto se destina a saldar la deuda que contrajeron con el dueño de la fábrica.
En 2017, Babar y su hija mayor fueron atrapados por el propietario musulmán de una fábrica de ladrillos, quien los acusó falsamente de robo. Debido a estas falsas acusaciones, ambos fueron a la cárcel. Gracias a la intervención del Comité de Nazaret y la Comisión de Justicia y Paz, pudieron tener un abogado y obtener la libertad bajo fianza. El juicio sigue en curso y esperan que pronto se reconozca su inocencia.
Pero mientras tanto, para que la familia pudiera vivir, tuvieron que pedir un préstamo al dueño actual. En 2016, la hija mayor, Mehwish, enfermó de apendicitis. Los gastos médicos fueron cubiertos en parte por el Comité de Nazaret y en parte con préstamos. Hasta la fecha, su deuda asciende a 285.000 rupias (1.460 euros).
El año pasado, Mehwish se casó. Pero Babar no pudo darle ninguna dote y ella se casó con otro obrero del ladrillo. En 2020 tuvieron que afrontar más problemas debido a la pandemia. Por orden del gobierno, las fábricas permanecieron cerradas y se vieron obligados una vez más a pedir un préstamo a su patrón. De hecho, no pueden encontrar otro trabajo o ir a otro lugar hasta que hayan pagado la deuda: es como una forma moderna de esclavitud.
Ruqiya Bibi, de 48 años, esposa de Babar Masih, cuenta a AsiaNews sobre otras formas de discriminación. La mayoría de los trabajadores de las fábricas de ladrillos no están registrados en la base de datos oficial del gobierno (Nadra) y, por lo tanto, no tienen documento de identidad. Sin éste, no es posible tener cobertura de salud u otra ayuda social. “Hay 45 familias que trabajan en nuestra fábrica, pero ni siquiera hay un baño en nuestras casas. Para nuestras necesidades tenemos que ir al campo. Durante la pandemia, el gobierno entregó cajas de comida para los trabajadores, pero a nosotros, que somos de la minoría cristiana, el patrón y sus colaboradores no nos dieron nada”.
En el video que se adjunta a este artículo, ella dice: “He trabajado en la fabricación de ladrillos desde que era pequeña. Tuve que enfrentar muchas dificultades. Durante la pandemia de Covid-19, los dueños de la fábrica ni siquiera nos dieron una mascarilla sanitaria u otra herramienta de seguridad higiénica. Cuando se distribuyeron las cajas de alimentos, solo se los dieron a los musulmanes. Los cristianos no recibimos nada, teníamos que ir a las tiendas a comprar comida y endeudarnos o pedir un préstamo a nuestro patrón. También somos discriminados por nuestra fe”.
“Casi todas las familias - dice Babar - piden préstamos a sus patrones, y como no pueden devolverlos, deben trabajar para él durante varias generaciones. A veces, otro dueño de una fábrica de ladrillos paga la deuda y nos lleva a trabajar a su fábrica, igual que los esclavos. Nos resulta imposible enviar a nuestros hijos a la escuela porque toda la familia tiene que trabajar en la producción de ladrillos para sobrevivir y tratar de saldar las deudas. Pero es casi imposible porque cuando llueve, en invierno, o ahora con la pandemia, las fábricas están cerradas. Y entonces tenemos que volver a endeudarnos y la situación siempre sigue igual ”.
“Agradecemos a todos esos amigos que nos están ayudando y que en esta pandemia nos proporcionan alimentos y lo necesario para cubrir algunas otras necesidades. Hasta la fecha, una semana antes de Navidad, ni siquiera podemos darles a nuestros hijos ropa abrigada para enfrentar este frío invierno. Necesitamos la ayuda del pueblo de Dios y sus oraciones ".
28/01/2021 12:20
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