En el Ángelus, el Papa Francisco sugiere actitudes para “darse cuenta del paso de Dios en nuestra vida”. “La ropa ceñida a la cintura”, como los peregrinos, y “mantener las lámparas encendidas”, para iluminar, con la fe, “todas esas ‘noches’ de la vida”. La alegría eterna del paraíso:… ya no serán los siervos -es decir, nosotros- los que sirvan a Dios, sino que Dios mismo se pondrá a nuestro servicio”. El 70mo. aniversario de los Convenios de Ginebra, que “imponen límites al uso de la fuerza y están orientados a la protección de la población civil y de los prisioneros en tiempos de guerra”. La Guerra y el terrorismo son “la gran debacle humana”.
| 11/08/2019
| VATICANO