“En la imagen de Jesús crucificado se revela el misterio de la muerte del Hijo de Dios como supremo acto de amor, fuente de vida y de salvación para la humanidad de todos los tiempos”. Ser como Jesús, el grano de trigo “significa pensar menos en sí mismos, en los intereses personales y saber ‘ver e ir al encuentro de las necesidades de nuestro prójimo, especialmente de los últimos”.’
| 18/03/2018
| VATICANO