Faisalabad: una niña cristiana, víctima de la violencia durante meses
de Shafique Khokhar

Un hombre musulmán intentó secuestrar a Arushma Ejaz para convertirla y obligarla a casarse. Tras una serie de intimidaciones y episodios violentos, la madre acudió a la organización Human Rights Focus Pakistan. La policía emitió el primer informe con una demora de 47 días. Mañana tendrá lugar la segunda audiencia del caso.


Faisalabad (AsiaNews) - Tras meses de amenazas, intentos de secuestro y luego de varias denuncias policiales que resultaron inútiles, a finales del mes pasado Arushma Ejaz, una joven de Rabbani Colony, acudió a Human Rights Focus Pakistan (HRFP) en busca de ayuda.

No cesaba de acosarla un hombre llamado Ghulam Jelani: ya había intentado secuestrarla a mediados de julio para convertirla al Islam y obligarla a casarse con él. En este primer episodio de violencia, Jelani irrumpió armado en la casa de Arushma y sólo se marchó tras la intervención del vecindario (la policía llegó demasiado tarde). En los días siguientes continuó siguiendo a la muchacha para intentar secuestrarla. Jelani amenazó con matar a los hermanos de la joven si ella se negaba a casarse con él, y luego trató de intimidar a la familia diciendo que los acusaría de violar la ley de blasfemia. 

Fue entonces cuando la madre de Arushma se puso en contacto con HRFP, que inició inmediatamente un proceso judicial de urgencia en el Tribunal del Distrito de Faisalabad. La organización humanitaria no consiguió que la policía registrara una primera denuncia hasta el 2 de septiembre. Arushma y su madre declararon ante el tribunal 10 días después, bajo un régimen de máxima seguridad. La próxima audiencia se celebrará mañana.

Naveed Walter, presidente de HRFP, explicó que los secuestros, las conversiones y los matrimonios forzados "todavía no son considerados una cuestión de Estado con la debida seriedad". El gobierno a veces alude a estos problemas como cuestiones individuales de alto perfil, pero nunca aborda las causas subyacentes, y mucho menos intenta eliminarlas". 

Un problema importante sigue siendo la reticencia de la policía a dar seguimiento a estos casos. La policía mantuvo detenido a Jelani durante un tiempo y luego lo puso en libertad antes de que sea juzgado. "Desde la primera llamada a la policía hasta su intervención pasaron 47 días", señaló Walter. 

HRFP compartió con AsiaNews su preocupación por la libertad efectiva y la equidad en los juicios en los que están implicadas niñas de minorías religiosas, ya que "a menudo las figuras políticas y religiosas apoyan públicamente a los culpables". Además, "si los musulmanes decidieran convertirse serían llamados murtad [apóstatas], por lo que al final sólo los no musulmanes pueden convertirse". Por último, HRFP instó a las autoridades a dejar de "proteger a los secuestradores y violadores que se esconden tras las conversiones y los matrimonios forzados para evitar ser castigados por la ley".