Naipyidó, una mujer y un joven heridos de bala durante las protestas. Replanteo entre los obispos
de Francis Khoo Thwe

Según los médicos que atendieron a los heridos, los militares utilizaron balas mortales. Las manifestaciones se repiten en el día de hoy. Sentada frente a la embajada china, considerada "demasiado amistosa" con la junta. Se retira la directiva de los obispos que prohíbe al personal religioso participar en manifestaciones. "¿Qué hace la Iglesia cuando la gente es detenida y perseguida sin razón?". La condena de Estados Unidos y de la ONU.

 


Rangún (AsiaNews) - Una mujer habría recibido un disparo en la cabeza y está gravemente herida, según varios grupos de derechos humanos y las informaciones que circulan por las redes sociales. La mujer fue presuntamente víctima de la violencia policial que estalló ayer durante una gran manifestación en Naipyidó. Para dispersar a los manifestantes, la policía utilizó potentes cañones de agua, balas de goma, pero también balas mortales, como confirmaron algunos médicos que examinaron a los heridos.

Esto también lo confirma el padre de otra víctima. El hombre afirma que su hijo fue alcanzado por una bala "cuando intentaba utilizar el megáfono para pedir a la gente que protestara pacíficamente".

Hoy se reanudaron las manifestaciones. En la capital, los empleados estatales protestaron frente a varias oficinas e incluso marcharon hasta la embajada china, considerada "demasiado amiga" de la Junta militar. En los últimos días, con su veto, China y Rusia impidieron que el Consejo de Seguridad de la ONU expresara su condena de los hechos que se suceden en el país.

Mientras tanto, los obispos católicos se han replanteado algunas decisiones anteriores.  Esta mañana se retiró una declaración oficial de ayer, que prohibía a los sacerdotes, seminaristas y religiosos participar en las manifestaciones prodemocráticas. En las redes sociales aún puede verse en algunos tuits privados, como los del card. Charles Maung Bo. En el sitio oficial de la Conferencia Episcopal desapareció el texto del comunicado.

La directiva, además de establecer la prohibición para el personal religioso, ordenaba a los fieles laicos no llevar símbolos religiosos a los actos. En las redes sociales se ha producido una avalancha de críticas a la actitud de los obispos, acusados de "miedo" y "abstracción".

Un sacerdote preguntó: "Nuestro país estuvo bajo poderes coloniales durante más de un siglo y bajo una junta militar durante más de 50 años. ¿Qué ha hecho la Iglesia por su pueblo, por su nación? ¿Qué hace la Iglesia cuando la gente es detenida y perseguida sin razón?"

Anoche, hacia las 21.30, los militares asaltaron la sede de la Liga Nacional por la Democracia (National League for Democracy, NLD) el partido de Aung San Suu Kyi, la líder actualmente en arresto domiciliario.

Estados Unidos, que encabeza las críticas de la comunidad internacional al golpe, reiteró ayer su condena a la violencia contra los manifestantes. La Junta ha prohibido las concentraciones de más de cinco personas. Ned Price, del Departamento de Estado de EE.UU., dijo que el pueblo de Myanmar "tiene derecho a reunirse pacíficamente".

La ONU también expresó su "profunda preocupación" en declaraciones de anoche, al referirse a la violencia contra la población birmana.