Lahore: Sajida y Abida, dos hermanas cristianas, fueron secuestradas, violadas y asesinadas

Trabajaban en la fábrica de una empresa farmacéutica. El propietario, Mohammad Naeem, y el supervisor Mohammad Imtiaz, les hicieron propuestas de matrimonio, prometiendo riquezas y exigiendo su conversión al islam. Las mujeres estaban casadas con dos cristianos y se negaron.


Lahore (AsiaNews) - Dos hermanas cristianas, Sajida, de 28 años, y Abida, de 26, ambas casadas y con hijos, fueron secuestradas, violadas y asesinadas porque no aceptaron convertirse al Islam y casarse con sus captores. Sus cuerpos mutilados fueron encontrados en un sumidero el pasado 7 de diciembre. Hasta ahora, sólo uno de los secuestradores fue arrestado: Mohammad Naeem confesó el crimen y quedó libre tras el pago de una fianza. El otro secuestrador, Mohammad Imtiaz, sigue en libertad.

El marido de Sajida, Mushtaq Masih, en diálogo con AsiaNews declara: “Este asesinato ocurrió porque somos operarios cristianos pobres. Queremos que estos monstruos [refiriéndose a los secuestradores] vayan a prisión, como marca la ley. Así otros aprenderán cómo se debe tratar y respetar a las mujeres, aunque sean pobres o pertenezcan a una minoría”. 

El 26 de noviembre, Sajida y Abida fueron a trabajar a una fábrica cercana, propiedad de una industria farmacéutica. Ambas viven en la Makhan Colony de Kahna (en Lahore). Jamás regresaron a casa: el 7 de diciembre hallaron sus cuerpos en el sistema de alcantarillado, el Rohi Nullah.

Sharjeel Masih es un abogado pro derechos humanos y recuerda el shock de los familiares al reconocer los cuerpos de las dos mujeres pobres. Hace meses que ambas rechazaban las insinuaciones y avances del dueño y del supervisor de la fábrica de medicamentos. 

Saleem Iqbal, un activista, dice que en reiteradas oportunidades, las dos mujeres se quejaron de que el dueño de la fábrica, el Sr. Mohammad Naeem Butt y el supervisor Mohammad Imtiaz, las intimaban a casarse con ellos, prometiendo riquezas y exigiendo su conversión al Islam. "Las dos se negaron; dijeron que estaban casadas y eran felices con sus familias, aunque fuera poco lo que tenían. Después de su negativa, Mohammad Naeem y Mohammad Imtiaz empezaron a amenazarlas y luego las secuestraron para lograr su objetivo".

Ahora los miembros de la familia temen que la justicia sea demasiado lenta o que nunca se logre. El jefe de Gabinete de Ministros de Punjab, Usman Buzdar, prometió ocuparse personalmente del caso y exigió a la policía un informe completo de los hechos. También expresó su más profundo pesar a la familia y aseguró que procurará hacer justicia a toda costa.

En tanto, para Mushtaq Masih, el esposo de Sajida, una de las mujeres asesinadas, solo queda la tristeza de criar a sus tres hijos pequeños solo: “Estamos muy preocupados por nuestros niños” dice a AsiaNews. “Es muy difícil criarlos sin sus madres”.