Tres llamamientos: por el perdón, por los prófugos de Moria, por la reconciliación

En el Ángelus, Francisco alentó también a las familias y a la sociedad a perdonar. En Dios, “la justicia está impregnada de misericordia, mientras que la actitud humana se limita a la justicia”. El rencor es “como una mosca fastidiosa de verano”. Solidaridad y cercanía con todas las víctimas del incendio que estalló en el campo de refugiados de Moria (Lesbo), que el Papa visitó en 2016. Que las Iglesias trabajen “en favor del diálogo y en favor de la reconciliación” en las zonas de conflicto entre la sociedad civil y los poderes políticos. La Colecta por Tierra Santa.

 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Un llamado al perdón, recordando que Dios es al mismo tiempo justicia y misericordia; otro llamado a la comunidad internacional para que se movilice para ayudar a los prófugos del campo de Moria (Lesbo) que han sufrido un incendio; un tercer llamado a la reconciliación en todos aquellos lugares donde la sociedad civil se está manifestando contra el poder político. El pontífice no ha citado ninguno en particular, pero es probable que tenga en mente Bielorrusia, Líbano, Irak, Tailandia, Hong Kong...

Antes de rezar el Ángelus con varios miles de peregrinos en la plaza de San Pedro, Francisco insistió en la urgencia del perdón: “¡Cuántas familias desunidas que no saben perdonarse! ¡Cuántos hermanos que tienen ese rencor dentro! Es necesario aplicar el amor misericordioso en todas las relaciones humanas: entre los esposos, entre padres e hijos, dentro de nuestras comunidades, en la Iglesia y también en la sociedad y en la política”. Comentando el Evangelio de hoy (Mateo 18, 21-35), sobre los dos siervos deudores, el Papa mostró sobre todo la desproporción entre el siervo que “le debe a su señor diez mil talentos, una suma enorme, millones y millones de euros” y el criado que le debe al primer siervo una “cifra … pequeñísima, quizás como el salario de una semana”.

“En la parábola - explicó - encontramos dos actitudes diferentes: la de Dios - representado por el rey, que perdona mucho - y la del hombre. En la actitud divina, la justicia está impregnada de misericordia, mientras que la actitud humana se limita a la justicia. Jesús nos exhorta a abrirnos con valentía a la fuerza del perdón, porque no todo en la vida se resuelve con la justicia. Hace falta ese amor misericordioso, que también es la base de la respuesta del Señor a la pregunta de Pedro que precede a la parábola: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo?» (v.21). Y Jesús le contesta: «No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete» (v.22). En el lenguaje simbólico de la Biblia, ¡eso significa que estamos llamados a perdonar siempre!”.

¡Cuántos sufrimientos, cuántas divisiones, cuántas guerras podrían evitarse si el perdón y la misericordia fueran nuestro estilo de vida! ¡También en la familia! ¡Cuántas familias separadas que no saben perdonarse! ¡Cuántos hermanos que llevan ese rencor dentro! Es necesario aplicar el amor misericordioso en todas las relaciones humanas: entre los esposos, entre padres e hijos, dentro de nuestras comunidades, en la Iglesia y también en la sociedad y la política.

Esta mañana, mientras celebraba la misa, me impresionó la primera lectura de Sirácides, que dice: ¡Acuérdate de tu fin y deja de odiar! Pensemos en esta frase tan impactante. Y no es fácil perdonar. Cuando estamos tranquilos decimos: ¡éste me ha hecho de todo! Aunque yo también lo ofendí muchas veces. Pero después el rencor vuelve como una mosca molesta de verano. Debemos perdonar siempre, no solo en algunos momentos”.

“Encomendémonos - concluyó - a la maternal intercesión de la Madre de Dios. Que Ella nos ayude a darnos cuenta de cuánto estamos en deuda con Dios, y a recordarlo siempre, para tener el corazón abierto a la misericordia y a la bondad”.

Después de la oración mariana, Francisco recordó el incendio que estalló en el campo de refugiados de Moria (Lesbo) el 9 de septiembre pasado. El pontífice había visitado ese campo en 2016.

“Siempre está vivo en mí - dijo el Papa - el recuerdo de la visita y el llamamiento que hicimos junto con el patriarca ecuménico Bartolomé y el arzobispo Hieronymus de Atenas para garantizar una acogida humana y digna a las mujeres y hombres migrantes, a los prófugos, a los que buscan asilo en Europa. Expreso mi solidaridad y cercanía con todas las víctimas de estos dramáticos acontecimientos”.

El pontífice dirigió otro llamamiento por todos aquellos lugares del mundo donde hay tensiones entre la sociedad civil y los poderes políticos. El Papa se refirió a muchas situaciones (sin dar el nombre de ningún país) donde se están produciendo “numerosas manifestaciones populares de protesta que expresan el creciente descontento de la sociedad civil ante situaciones políticas y sociales especialmente críticas”.

Y agregó: “Al mismo tiempo que exhorto a los manifestantes a presentar sus reclamos de manera pacífica, sin ceder a la tentación de la agresión y la violencia, hago un llamado a todos los que tienen responsabilidades públicas y de gobierno para que escuchen la voz de sus compatriotas y den respuesta a sus justas aspiraciones, asegurando el pleno respeto de los derechos humanos y las libertades civiles”.

Francisco dirigió después una invitación a las comunidades eclesiales que viven en esos contextos para que los pastores trabajen “en favor del diálogo y en favor de la reconciliación”. 

El Papa recordó asimismo que hoy es la jornada de Colecta por Tierra Santa. Tradicionalmente se realiza el Viernes Santo pero este año, debido a la pandemia, se trasladó al 13 de septiembre, víspera de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. “Sobre todo en el contexto actual - explicó - esta colecta es un signo de esperanza y de solidaria cercanía con los cristianos que viven en la tierra donde Dios se hizo carne, murió y resucitó por nosotros. Hoy hacemos una peregrinación espiritual, in spiritu, con la imaginación, con el corazón, a Jerusalén, donde, como dice el Salmo, están nuestras fuentes. Y hagamos un gesto de generosidad con esas comunidades”.