Laos: las mega represas chinas secan el Mekong y estrangulan la economía

La multiplicación de las represas chinas está empobreciendo el curso de agua del río. Los diques son una “decisión ideológica” de un régimen totalitario que sofoca a sus vecinos. Empresa china toma el control (y las ganancias) de la empresa estatal de electricidad de Laos. Las mentiras de Beijing sobre el tema de la explotación de los recursos hídricos.

 


Vientiane (AsiaNews/Agencias) - La multiplicación de centrales hidroeléctricas en China y Laos está empobreciendo cada vez más el curso de agua del río Mekong, la más importante reserva de peces de agua dulce del mundo. Ya el año pasado Tailandia, Camboya, Myanmar y Vietnam experimentaron la peor sequía de los últimos 40 años, y la situación de este año parece destinada a empeorar. En este contexto crítico, resulta cada vez más clara la responsabilidad de Beijing, que por un lado sigue explotando la cuenca hidrográfica más allá de sus límites y, por la otra, utiliza la trampa de la deuda para mantener controladas las economía de la región, especialmente de Laos. 

Chainarong Setthatchua, profesor de sociología y antropología de la Universidad Maha Sarakham (en el noreste de Tailandia) y especialista en Mekong, señala que estos diques son un reflejo de la “decisión ideológica” de Beijing. Toshiro Nishizawa, profesor japonés y consultor del gobierno de Vientiane en materia tributaria, agrega que “a nivel económico, Laos depende cada vez más de China y eso es inevitable” considerando la relación de subordinación entre los dos países.

En el pasado las Naciones Unidas ya habían advertido que los mega proyectos chinos de la Belt and Road Initiative (las nuevas Rutas de la Seda) y las concesiones relacionados con ellas habían generado pocos puestos de trabajo y muchas deudas, favoreciendo a las élites a expensas de la población civil y de las clases más débiles. Recientemente el gobierno de Vientiane cedió a una empresa china el control de su producción eléctrica, en un intento por contener el crecimiento de la deuda y el riesgo de insolvencia.

Los críticos acusan a Beijing de llevar adelante una “diplomacia de la deuda” para perseguir sus propios objetivos en el campo de los recursos energéticos. En este contexto, Laos (y sus siete millones de habitantes) aparecen cada vez más como una “pseudo provincia” del país del dragón. La asociación que se firmó en los últimos días entre la empresa estatal Electricite du Laos (EdL) y China Southern Power Grid Company entrega a la contraparte china el control de gran parte de la producción eléctrica de Laos.

En este contexto de creciente explotación se inserta la progresiva erosión de la cuenca hidrográfica y la reducción, que alcanza ya niveles alarmantes, del nivel de agua del Mekong, del que dependen 60 millones de personas de todo el sudeste asiático. La reducción afecta al sector agrícola, la producción de arroz y la pesca, poniendo en peligro la seguridad alimentaria de la región. Los períodos de sequía también ponen en riesgo el hábitat natural de tortugas, reptiles y otras especies en peligro de extinción.

Expertos y analistas no dudan en señalar a Beijing, acusándolo de mentir sistemáticamente cuando se habla de represas. En efecto, los diques no benefician a las poblaciones de aguas abajo para regar los terrenos, sino que solo son útiles para China en términos de producción de energía. Su uso generalizado refleja una “decisión ideológica”, fruto de “regímenes autoritarios” que no toman en cuenta las consecuencias de un desarrollo y una modernización incontrolados.

El Mekong se encuentra en peligro, y junto con él los peces, la vegetación y la vida de los pescadores y campesinos, para los cuales el río es su principal fuente de recursos. Cada año se extraen de sus aguas hasta dos millones de toneladas de pescado, un récord mundial absoluto e inalcanzable para cualquier otra cuenca del planeta.