Para el grupo, la ley es tan vaga que el Papa podría ser definido como una “potencia extranjera” que conspira con la diócesis de Hong Kong. Habría problemas por las oraciones sobre Tiananmen y por el compromiso democrático de muchos fieles. Pastores protestantes, abogados, periodistas contra la ley.
Hong Kong (AsiaNews) – Un grupo de “católicos laicos” de Hong Kong está difundiendo una petición en la cual expresa la propia oposición a la inminente ley sobre la seguridad nacional que Beijing decidió imponer en el territorio. La petición puede ser firmada en change.org.
Según tal grupo, la ley arriesga minar la libertad religiosa de la comunidad cristiana. Por ahora se sabe sólo que la ley quiere prevenir y bloquear actos y actividades de secesión, subversión, terrorismo, colusión con fuerzas extranjeras. Pero, como se ve por la experiencia en China popular, el típico modo vago de expresarse por parte de los legisladores chinos y la interpretación radical de las leyes, arriesga que el Papa mismo podría ser definido como una “potencia extranjera” (como ya sucedió en el pasado) que conspira con la diócesis de Hong Kong. Además en estos años los católicos de Hong Kong se distinguieron por el apoyo a la plena democracia del territorio y cada año han participado en la vigilia en memoria de Tiananmen. Para el grupo de laicos católicos es posible que con la nueva ley estos gestos sean considerados como algo que “daña la seguridad nacional” y por lo tanto perseguibles.
Por estas razones, los firmantes piden al gobierno de Hong Kong de “reflexionar” sobre las preocupaciones expresadas por los grupos religiosos. En Beijing ellos piden cancelar la ley y eliminar toda “violación a la libertad religiosa y a los derechos humanos fundamentales”.
En los días pasados se expresaron contra la ley sobre la seguridad la Asociación de los abogados, grupos de pastores protestantes y otras organizaciones. Hoy la asociación de los periodistas de Hong Kong publicó una investigación desarrollada entre 535 miembros: El 90% de ellos piensa que la ley “afectará en medio serio” la libertad de prensa en el territorio; el 92% se dice preocupado porque la ley amenaza su seguridad personal.