La pandemia también se difunde en Tayikistán
de Vladimir Rozanskij

El país – junto con Kazajistán y Uzbekistán – hasta ahora formaba parte del “triángulo mongol negacionista”, que sostenía que no sería tocado por el virus. Por ahora, hay 230 casos y tres muertos. Avanzan las obras para un hospital exclusivo para enfermos de Covid-19, con 3.000 camas a disposición. El pedido de ayuda se dirige al mundo entero, con un especial reclamo a la “solidaridad” soviética de otros tiempos. Censura sobre la prensa. 

 


Dusambé (AsiaNews) - Tayikistán también se ve obligado a tomar medidas y a procurar ayuda para hacer frente a la pandemia. Hasta ahora, se incluía entre los países más “negacionistas” respecto a la emergencia de Covid-19, y evitaba participar de la cuestión. Sin embargo, el 4 de mayo, el Ministerio de Salud confirmó 230 casos de infección, declarando la necesidad de organizar la defensa social y sanitaria de la población. Hasta el momento, se han confirmado tres víctimas; el mayor número de infectados, 110, se constata en la capital, Dusambé.  

Incluso hay 14 oficiales de la KGB (que aquí ha conservado la sigla de la era soviética) internados en un hospital de la capital. Entre ellos, según reveló el sitio Akhbor, figura un general, Radzhabali Rakhmonal, de 52 años, nieto del presidente Emomali Rakhmon. Los oficiales están obligados a realizarse el test de coronavirus. Otros funcionarios de alto rango ya se han recuperado, como el vicepresidente del Partido Popular Democrático, actualmente en el poder, Khajriniso Jusufi, el vice presidente del Banco de la Nación, y varias personalidades públicas como poetas, escritores, músicos y teólogos. 

Tayikistán, por tanto, tuvo que aplicar las medidas de aislamiento y distanciamiento social conocidas en el mundo entero, incluyendo el uso obligatorio de mascarillas y guantes. Las escuelas ya estaban cerradas por el receso escolar de verano, y las clases se retomarían oficialmente a partir del próximo 17 de agosto. Se interrumpió el campeonato de fútbol, y desde el 18 de abril el Consejo de los Ulemas del Centro Islámico del país ha prohibido las celebraciones masivas en las mezquitas. Es notable el escepticismo entre la población, que cuestiona la eficacia de las medidas de gobierno. Se dice que los hospitales ya están colapsados y que carecen de elementos de protección para el personal médico. 

El gobierno tayiko se dirige al mundo para pedir ayuda financiera: hasta el momento, el país ha recibido financiamiento por más de 13 millones de euros: 11 millones del Banco Mundial, un millón de Alemania, 800.000 euros de los Estados Unidos y 100.000 del Banco Asiático del Desarrollo. Rusia y China han ofrecido más de 20.000 kits para el diagnóstico de Covid-19. UNICEF, la vestimenta de protección para el personal médico. Además, el Programa de Desarrolllo de la ONU ha ofrecido un apoyo económico por más de 600.000 dólares. 

Los países vecinos, Kazajistán y Uzbekistán, que cierran el “triángulo mongol” negacionista, también han ofrecido su ayuda a Tayikistán, y han tenido que adoptar medidas de protección, pero no siempre en forma oficial. Entre la población tayika se han formado varios grupos de voluntarios y activistas, que recaudan fondos para el personal médico. La Unión Europea ha prometido que también colaborará con fondos y ayuda humanitaria, cuyo arribo y distribución siembra dudas y preocupación en varios medios de información. 

El Ministerio de Salud se muestra optimista, dado que el país “tiene la ventaja de recurrir a estrategias elaboradas por otros países cercanos, como Rusia y China, pero también como Uzbekistán y Bielorrusia, donde la curva de infectados ya ha entrado en una etapa  descendente”. La solidaridad “de los tiempos soviéticos” es exaltada como la vía privilegiada para liberarse de la pandemia. 

En la capital, Dusambé, se han iniciado las obras para la construcción de algunos hospitales provisorios, exclusivos para el tratamiento del pacientes de coronavirus, que contarían con un mínimo de 3.000 camas. Actualmente la ciudad tiene más de 30 hospitales funcionando, con 5.284 camas y más de 5.000 médicos y paramédicos, que protestan por la escasez de material especial para afrontar la lucha contra el virus. 

Un problema que también afecta a los medios de información, que sufren la censura sobre el tema del Covid-19. El 3 de mayo pasado, con ocasión del Día de la Libertad de prensa, los periodistas tayikos expresaron su preocupación, denunciando la reticencia del gobierno para reaccionar a la crisis y los intentos de las autoridades para silenciar el tema. El director general del holding de medios Asia-plus, Umed Babakhanov (foto 2), considera que estos hechos son la “piedra de toque” de la libertad de información, no solo en Tayikistán, sino en el mundo entero.