Superstición y complot, las ‘causas’ del coronavirus en el Oriente Medio

Para un intelectual saudí, el virus es obra de Qatar, para impedir la ejecución del programa Vision 2030, impulsado por Riad. Un rabino ultra-ortodoxo ve en la epidemia los signos de la “venida del Mesías”. Otros, distribuyen la cerveza “Corona” entre los files, pidiendo que beban y recen. Desinfectaron la mezquita de al-Aqsa; clausuraron la Basílica de la Natividad.


Jerusalén (AsiaNews/Agencias) - Desde la superstición a las teorías mesiánicas, pasando por el enfrentamiento entre potencias rivales, la emergencia de coronavirus en el Oriente Medio ha sacado a flote varios elementos que confirman las tensiones en curso en la región. En tanto, los líderes religiosos judíos, musulmanes y cristianos se abocan a emanar una serie de normas, directivas y exenciones para modificar los hábitos de los fieles e impedir la difusión de la epidemia.

Según algunas influyentes personalidades políticas de la región, el Covid-19 es un arma utilizada para alimentar el enfrentamiento entre potencias rivales o impedir el crecimiento de una nación enemiga. Noura al-Moteari, un periodista e intelectual saudí, escribió ayer que el virus y su difusión son obra de Qatar, para minar el programa Vision 2030, impulsado por la cúpula de Riad, y la próxima Expo 2020. Su tuit recibió miles de comentarios, tanto favorables como críticos. 

En el plano religioso, hace días que personalidades de primera línea, como rabinos israelíes, imanes palestinos y líderes cristianos, tratan de valerse de su influencia sobre los fieles para que se respeten las directivas de prevención e higiene establecidas por las autoridades. Renunciar a recibir la hostia en la boca y evitar los lugares públicos son algunos de los consejos que se repiten incesantemente. Algunos rabinos incluso han pedido escribir una fórmula “mágica” sobre un pergamino, a modo de amuleto; otros, recomiendan dejar de abrazar las mezuzah, el objeto ritual que se coloca en la entrada de las casas.  

Hay quien ha pensado en exorcizar al virus distribuyendo cerveza de la marca “Corona”  entre los fieles. Les piden beberla, invocando a Dios para que ponga fin a la epidemia, ya que “cuando se reza y se bebe un vaso de alcohol, las oraciones cobran mayor fuerza”. 

En una serie de vídeos difundidos por Internet, algunos rabinos tratan de hallar una justificación teológica a la epidemia, subrayando que el virus fue “la consecuencia del hecho de que los judíos comen de todo”. Para el rabino ultra-ortodoxo Ron Chaya, el coronavirus es una clara señal de la “venida del Mesías”. 

En medio de tintes serios y burlescos, la cuarentena obliga a decenas de miles de israelíes a interrogarse sobre numerosas cuestiones en el campo social y ético. Los judíos ortodoxos, por citar un caso, tienen la obligación de rezar en compañía de al menos 10 hombres en la sinagoga, especialmente durante la festividad del Purim. A propósito de ello, algunos rabinos han autorizado a los fieles a escuchar las oraciones en la radio, pero cabe remarcar que es una medida totalmente excepcional. 

En tanto, en Jerusalén, en la Explanada de las Mezquitas y en el interior de al-Aqsa, los responsables han ordenado una desinfección de las instalaciones. El muftí de la ciudad santa aseveró que la salud “es más importante que la práctica del culto” y que “protegerse es una de las bases del islam”. En Belén, en Cisjordania, todas las iglesias y mezquitas se encuentran cerradas luego de que alrededor de veinte personas contrajeran el coronavirus, los únicos casos confirmados en el frente palestino. Las autoridades han declarado el estado de emergencia sanitaria por 30 días, con la prohibición del ingreso de turistas en las próximas dos semanas, y la clausura de la Basílica de la Natividad.