Sobre la repatriación de los yihadistas, Yakarta se divide
de Mathias Hariyadi

El presidente Joko "Jokowi" Widodo ha declarado su oposición, pero las evaluaciones del gobierno continúan. Uno de los aspectos más espinosos del asunto es el estatus legal de los combatientes. Una vez de vuelta, participarían en un programa de des-radicalización. Analista: "El extremismo ya ha penetrado en algunos organismos claves de la nación y el aparato estatal.


Yakarta (AsiaNews) - El gobierno indonesio aún no ha tomado una decisión definitiva sobre la posible repatriación de unos 600 conciudadanos, que en los últimos años habían partido hacia Oriente Medio para luchar entre las filas del Estado Islámico (ISIS o EI). Anunciado hace días por Fachrul Razi, Ministro de Asuntos Religiosos de Yakarta, el plan sigue alimentando el acalorado debate que ha dividido a la política y a la opinión pública. El presidente Joko "Jokowi" Widodo ha declarado su oposición.

De acuerdo con Widodo está el Profesor Mahfud MD, Ministro Coordinador de Asuntos Políticos, Legales y de Seguridad. Anoche, dijo a los periodistas que la alta dirección de la administración discutió el asunto en profundidad. "Sobre la mesa - dijo Mahfud - hay dos opciones: la repatriación de los combatientes terroristas extranjeros (FTF) o su abandono en el Medio Oriente. En este momento, el gobierno está trabajando en la redacción final de las dos estrategias". El primero implica el regreso de los yihadistas, que participarían en un programa de desradicalización lanzado por el gobierno y la Agencia Nacional Antiterrorista - la Badan Nasional Penanggulangan Terorisme (BNPT).

Uno de los aspectos más espinosos del asunto es el estatus legal de los combatientes. El profesor Hikmahanto Juwana, experto en derecho internacional y profesor de la Universitas Indonesia (UI), explica a AsiaNews: "Según las leyes nacionales de ciudadanía (año 2016, cap. 23), estas personas perdieron su ciudadanía indonesia al declarar su lealtad al Estado islámico. El párrafo D establece que no tiene derecho a ella ‘todo aquel que jure lealtad a un país extranjero’. La ley, sin embargo, permite la recuperación de la ciudadanía a través de protocolos especiales. Pero antes de tomar cualquier decisión basada en la jurisprudencia o 'motivada por razones humanitarias', nuestro gobierno debe evaluar cuidadosamente dos aspectos importantes".

"En primer lugar - continúa el profesor - la administración debe entender hasta qué punto estos yihadistas han llegado tan lejos en la adopción y aplicación de la ideología radical de los EI. En segundo lugar, con qué sentimiento la sociedad indonesia les daría la bienvenida. Debe garantizarse que los repatriados no difundan ideas extremistas entre sus conciudadanos. No me refiero sólo a los parientes, sino también a la población y al gobierno de sus respectivos lugares de origen. Estoy profundamente preocupado, porque hoy en día las directivas de Yakarta a menudo no son aplicadas por los gobiernos locales. Si no aceptaran el plan de regreso, sería un grave error político para el gobierno central”.

El Dr. J. Kristiadi, analista político principal del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS) de Yakarta, está preocupado por el impacto social que podría tener la repatriación de los combatientes. "La ideología fundamentalista adoptada por el EI ha socavado ciertamente nuestro terreno común como sociedad civil. Esto sucedió simplemente porque ciertos programas políticos han encontrado su base en un pensamiento tan radical. El extremismo ya ha penetrado masivamente en algunos cuerpos clave de la nación y del aparato estatal; las primeras semillas fueron plantadas hace mucho tiempo".

"Si el gobierno decide la repatriación", concluyó el Dr. Kristiadi, "será necesario aplicar protocolos de seguridad muy estrictos, porque estos excombatientes buscarán cualquier ambiente y entorno social en el que puedan hacer florecer su ideología".