Yakarta y su plan para repatriar a 600 yihadistas desde Siria
de Mathias Hariyadi

Son combatientes y familias que han quedado atrapados en los territorios del norte de Siria, controlados por las milicias kurdas. En su patria les aguarda un programa de des-radicalización. El ministro de Asuntos Religiosos sostiene que es una “iniciativa motivada por razones humanitarias”. Experto: “No todos son fundamentalistas”.


Yakarta (AsiaNews) – El gobierno indonesio estudia un plan para repatriar a cerca de 600 conciudadanos, que hace algunos años partieron rumbo al Oriente Medio para combatir en las filas del Estado Islámico (EI) en Siria. La información fue confirmada hoy por Fachrul Razi, un General de las Fuerzas Armadas (TNI) actualmente retirado, que se desempeña como Ministro de Asuntos Religiosos de Yakarta. “El gobierno aún no ha tomado una decisión – ; el plan aún está siendo sometido a una revisión detallada por parte de varias instituciones que funcionan bajo la esfera del ministerio coordinador de Asuntos Políticos, Legales y de Seguridad. Como es natural, hay muchas cuestiones a considerar, tanto las repercusiones positivas como las negativas”. 

Con el comunicado que se difundió esta mañana, el ministro pretende aclarar algunas declaraciones brindadas a la prensa hace tres días. El primero de febrero pasado, Fachrul había revelado la existencia de un plan de la Agencia Nacional anti-terrorismo – la Badan Nasional Penanggulangan Terorisme (BNPT) – para traer de regreso a cerca de 600 yihadistas a Indonesia, alegando “razones humanitarias”. El grupo está compuesto por combatientes y sus familias, que quedaron atrapados en los territorios del norte de Siria, controlados por las milicias kurdas. No queda claro cuántos de ellos son realmente ciudadanos indonesios. En julio del 2018, un reporte del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización y la Violencia Política (ICSR) barajaba la hipótesis de que habría entre 700 y 800 yihadistas. De éstos, 113 eran mujeres y 100, niños. El think tank británico afirmaba, además, que ya habrían regresado a Indonesia “entre 183 y 300 personas”. 

“Al llegar a Siria  – cuenta el ministro de Asuntos Religiosos – los indonesios destruyeron sus documentos. Es por eso que ahora se encuentran bloqueados en un país extranjero. Por una cuestión de humanidad, estamos disponibles para facilitar su regreso a la patria”. Frachrul ha explicado que requerirá tiempo “neutralizar” el radicalismo de estas personas. A tal fin, se invitará a las organizaciones islámicas moderadas a brindar plena asistencia al programa de des-radicalización implementado por el ministerio. Cabe destacar que el ministro no brindó detalles sobre la iniciativa.  

El Prof. Adrianus Meliala, un criminólogo experto y miembro del organismo indonesio abocado a la tutela de los derechos del ciudadano (Indonesian Ombudsman), dijo en declaraciones a AsiaNews: “Sin lugar a dudas, las autoridades han evaluado a fondo este plan, que ha desencadenado una fuerte resistencia del público. Sin embargo, me parece que la administración está convencida de la validez de este programa, en base a las siguientes consideraciones. En rigor, no todos los indonesios detenidos en Siria son fundamentalistas. Algunos de ellos se han dejado llevar por la ‘corriente’. Respecto a los que se habían ‘’convertido’ a la ideología islamista, hoy muchos manifiestan arrepentimiento. Y este arrepentimiento bien podría ser sincero. En cuanto a las figuras radicales, es muy probable que nuestro gobierno las use para dar con la pista de sus organizaciones clandestinas y abrir una ‘caja de Pandora’. Des-radicalizar es mucho más beneficioso, y tiene un costo mucho menor, que tolerar un movimiento clandestino”.