Papa: muchas palabras, pero pocas acciones para mitigar los daños del cambio climático

Mensaje de Francisco en la Conferencia de la ONU sobre clima, que se realiza en Madrid. A 4 años de la firma del acuerdo de París, la conciencia respecto al cambio climático “sigue siendo bastante débil, incapaz de responder adecuadamente a ese fuerte sentido de urgencia de acción rápida que exigen los datos científicos de que disponemos”. Y los estudios actuales “demuestran lo lejos que están las palabras de las acciones concretas”.


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – La comunidad internacional, frente a la “creciente conciencia” de la urgencia de actuar para combatir las consecuencias negativas de los cambios climáticos, debe preguntarse si hay una voluntad política de destinar a tal fin “más recursos humanos, financieros y tecnológicos”. Es lo que escribe el Papa Francisco en un mensaje dirigido a la COP25, la Conferencia de la ONU sobre clima, que se desarrolla en Madrid. El texto del mensaje fue leído por el cardenal y secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin. 

“Los compromisos actuales de los Estados para mitigar el cambio climático y adaptarse a él – observa Francisco - distan mucho de ser los que realmente se necesitan para alcanzar los objetivos establecidos en el Acuerdo de París.”.

A 4 años de la firma del acuerdo, constata el Papa, la conciencia respecto al cambio climático “sigue siendo bastante débil, incapaz de responder adecuadamente a ese fuerte sentido de urgencia de acción rápida que exigen los datos científicos de que disponemos”. Y los estudios actuales “demuestran lo lejos que están las palabras de las acciones concretas”.

“Desde esta perspectiva, debemos preguntarnos seriamente si existe la voluntad política de destinar con honestidad, responsabilidad y coraje, más recursos humanos, financieros y tecnológicos para mitigar los efectos negativos del cambio climático, así como para ayudar a las poblaciones más pobres y vulnerables que son las más afectadas”.

Sin embargo, lo cierto es que es “necesaria” una voluntad política capaz de “reorientar las inversiones financieras y económicas hacia aquellas áreas que realmente salvaguarden las condiciones de una vida digna de la humanidad en un planeta ‘sano’ para hoy y para mañana”.

“Nos enfrentamos a un ‘desafío de civilización’  – advierte el mensaje - en favor del bien común, y a un cambio de perspectiva que sitúa esta misma dignidad en el centro de nuestra acción, que se expresa claramente en el ‘rostro humano’ de las emergencias climáticas. Sigue habiendo una oportunidad, pero no debemos permitir que se cierre. Debemos aprovechar esta ocasión mediante acciones responsables en los ámbitos económico, tecnológico, social y educativo, sabiendo muy bien que nuestras acciones son inter-dependientes”.

A los jóvenes, sobre los cuales no debe recaer la tarea de hacerse cargo de los problemas causados por las generaciones precedentes, hay que darles “la oportunidad de recordar a nuestra generación como aquella  que renovó y actuó -con conciencia honesta, responsable y valiente- la necesidad fundamental de colaborar para preservar y cultivar nuestra casa común”.