Fiesta de Gadhimai: comienza el gran sacrificio hindĂș de animales, a pesar de la veda

Miles de personas se dirigen a la localidad de Bariyarpur, donde se encuentra el templo dedicado a la diosa del poder. En el 2015, el comité del templo había prohibido los baños de sangre, pero la ley no se cumple.


Katmandú (AsiaNews/Agencias) – A pesar de la prohibición, que rige desde el 2015, esta mañana comenzó en Nepal el mayor sacrificio de animales en el mundo, con ocasión de la festividad hindú de Gadhimai, la diosa del poder. Miles de personas se congregan en la localidad de Bariyarpur, donde se desarrollan los rituales, llevando todo tipo de animales como ofrendas a los dioses: cabras, búfalos, pichones y hasta ratones.  

La fiesta se desarrolla cada cinco años en el templo dedicado a la diosa, ubicado a unos 150 kilómetros de la capital, Katmandú. La ceremonia ritual prevé la ofrenda a la divinidad por medio de oraciones, y la decapitación de animales. Los sacrificios se realizan utilizando espadas desafiladas, mientras los fieles ingieren enormes cantidades de alcohol. 

El evento reúne a millones de peregrinos provenientes fundamentalmente de la India y Nepal. No es la única festividad hindú en la que se realizan matanzas de animales; el país ha sido blanco de críticas internas e internacionales por considerar que tales prácticas constituyen verdaderos baños de sangre. 

En el 2009, sacrificaron 500.000 cabezas de ganado frente al templo hindú. En el 2014,  el número cayó a 200.000, en parte gracias a una decisión de la Corte Suprema de la India, que había prohibido el paso trasnfronterizo de animales. Sin embargo, la ley sigue sin aplicarse en las mayoría de los casos, y lo cierto es que el 70% de los animales proviene del país limítrofe. 

En el 2015, el comité del templo de Gadhimai prohibió la matanza, empujado por una sentencia de la Corte Suprema nepalesa que exigía al gobierno tomar acciones para detener el baño de sangre. A pesar de la veda y de la férrea oposición de los protectores de animales en todo el mundo, la fiesta sigue siendo una de las más esperadas por los fieles, que anhelan recibir abundantes bendiciones de la diosa. Es el caso de Sabu Sahani, de 25 años, que llegó al templo acompañado por su familia, proveniente de Bihar, en la India, llevando una cabra como ofrenda. “Estoy feliz de estar aquí – cuenta a la agencia AFP – ; la diosa me ha escuchado. No teníamos hijos, pero mi esposa ha dado a luz una niña”. 

En el festival de este año se espera la matanza de miles de animales. Por un lado, los activistas protestan ya que las autoridades no son capaces de hacer respetar la ley. Por otro, Mangal Chaudhary, que pertenece a la décima generación de la familia que sirve en el templo, sostiene: “Nosotros continuaremos con la tradición y realizaremos los rituales en el templo. Lo que suceda en el exterior, es por decisión de los devotos”.