El purpurado renueva el reclamo de un Ejecutivo que aún está a tiempo de recoger las “esperanzas” de un pueblo. Y que obre “por el bien de todos los libaneses”. A los manifestantes, les pide preservar “la unidad nacional” y la “sabiduría” . Esta mañana, los manifestantes cortaron las principales vías de comunicación de Beirut y de otras ciudades.
Beirut (AsiaNews/Agencias) - Un gobieno de tecnócratas, que sea “neutral y limitado” en el tiempo, que sepa acoger las “esperanzas” de un pueblo que ya lleva 18 días ocupando las calles del país, en una lucha generalizada contra la corrupción y en reclamo de reformas económicas. Es lo que ha vuelto a pedir ayer el patriarca maronita, el Card. Beshara Raï, en la homilía de la misa dominical celebrada en Bkerké. El purpurado se dirigió a la clase dirigente, pidiendo que se halle “el mejor modo” de formar “lo antes posible” un Ejecutivo, que sea capaz de obrar “por el bien de todos los libaneses”.
Esta mañana, los manifestantes volvieron a cortar las prncipales vías de comunicación de la capital y de otras ciudades del país, continuando con las protestas contra el gobierno estalladas el 17 de octubre pasado y que no tienen visos de disminuir. La semana pasada, las manifestaciones culminaron con la dimisión del Primer Ministro Saad Hariri. Las escuelas continúan cerradas y las clases, suspendidas.
Ayer se realizaron varias manifestaciones con decenas de miles de personas congregadas en las plazas. Algunas marcharon hacia el Palacio presidencial, para manifestar su apoyo al jefe de Estado, Michel Aoun, que ha quedado en la mira de otros manifestantes que piden la renuncia de “toda la clase política”.
“El pueblo pide un gobierno neutral y limitado”, subrayó en la homilía el Card. Raï, que esté formado por “personalidades libanesas conocidas por su valores morales y por sus grandes obras”, para “despegarse del espíritu sectario” y de las “afiliaciones partidistas y políticas”. Ellos, agregó, deben ser capaces de implementar las tan anheladas “reformas”.
Los jóvenes libaneses, agregó, que “se han movilizado de forma civilizada” rechazan “la corrupción” de la clase política y “ya no aceptan más las soluciones a medias”. Ya no creen en las “promesas” vacías, y “exigen” un nuevo gobierno que sepa inspirar “confianza”, implementando reformas “en los distintos sectores”, para lograr “un crecimiento económico y financiero”.
Dirigiéndose a la clase dirigente, el purpurado invita a no “decepcionar” las esperanzas de la gente y mirar este movimiento de protesta como el “motor fundamental” para la actuación del plan de reformas. Por último, el Card. Raï pide a a población preservar “la unidad nacional”. “Ustedes han superado sus pertenencias confesionales -concluye- [...] y han rechazado alinearse de cualquier forma que pudiera minar su unidad, se han comportado con sabiduría y lucidez frente a todos los que quieren alimentar divisiones sectarias”.