Mons. You: Oración y penitencia para sostener la cruz de las divisiones en Corea

El 25 de junio de 2020 marcará el 70º aniversario del inicio de la Guerra de Corea. Para la ocasión, los obispos surcoreanos han anunciado una campaña nacional de oración por la paz. A partir del próximo 1 de diciembre y durante un año, todas las diócesis del país están invitadas a celebrar una misa. El Obispo de Daejeon: "La paz en Corea pasa por el diálogo, el encuentro, la escucha mutua y el camino común".


Seúl (AsiaNews) - Las tensiones en la península coreana "son una cruz que hay que llevar, pero la oración y la penitencia ayudan a soportar la carga". Lo dice a AsiaNews Mons. Lazaro You Heung-sik (foto), obispo de Daejeon y presidente de la Comisión de Asuntos Sociales de la Conferencia Episcopal Coreana (CBCK).

A medida que se acerca el 70º aniversario de la Guerra de Corea, que se celebrará el 25 de junio de 2020, los obispos surcoreanos han anunciado una campaña nacional de oración por la paz. La iniciativa se lanzará el 1 de diciembre y durará hasta el 28 de noviembre del próximo año. Durante este período, todos los días a las 21 horas, todas las diócesis del país están invitadas a recitar las oraciones del "Padrenuestro, Ave María y Gloria al Padre" por el fin de los desacuerdos. Los obispos coreanos, reunidos del 14 al 17 de octubre pasado en su asamblea anual, también anunciaron las celebraciones del bicentenario del nacimiento de San Andrés Kim Taegon (21 de agosto de 1821), el primer católico coreano en ser ordenado sacerdote. Murió mártir en 1846 y es uno de los 103 mártires coreanos canonizados el 6 de mayo de 1984 por San Juan Pablo II.

Mons You subrayó que "la situación en la península es muy delicada". "Los problemas -declaró el obispo de Daejeon- no nos conciernen a los coreanos, sino a las relaciones entre Washington y Pyongyang. Como condición para el diálogo, Estados Unidos pide a Corea del Norte que renuncie a las armas nucleares y a los programas balísticos. Por razones de seguridad nacional, el gobierno norcoreano no quiere ceder. No está claro lo que sucederá, pero el diálogo es cada vez más necesario: a través de pequeños pasos a dar juntos y construyendo la confianza mutua, se llegará a un acuerdo".

"Washington quiere que Corea del Sur adquiera cada vez más armas norteamericanas -continúa Mons. You- y nosotros, los obispos coreanos, estamos muy preocupados por el momento actual. En tales circunstancias, la oración es importante. Por esta razón, todos los católicos surcoreanos están invitados a asistir a las misas, que se celebrarán a las 21.00 horas todos los días, y a rezar por la paz en la península. Nuestra fuerza viene de lo alto y a través de la oración: a través de esta última podemos difundir una atmósfera de distensión. No sólo los católicos coreanos y americanos están invitados a participar en esta iniciativa, sino también los de todo el mundo y las personas de buena voluntad: la paz en Corea no viene con las armas, sino con el diálogo, el encuentro, la escucha mutua y un camino común".