Auxiliar de Bagdad: Nos tememos un nuevo ISIS

Mons. Yaldo confirma el “fuerte temor” de un “retorno del Estado Islámico”. Es “fundamental” la intervención de la comunidad internacional para que ejerza “presiones sobre Turquía”. Erdogan ha rechazado el pedido del cese al fuego de los EEUU. El Patriarca caldeo llama a orar durante una semana por la paz en Irak y Siria. 

 


Bagdad (AsiaNews) - Las poblaciones, cristianas o no, del Norte de Irak “tienen miedo del retorno del Estado Islámico (EI, ex ISIS)”, que podría aprovechar la ofensiva turca contra los kurdos y la consiguiente situación de caos, para apretar filas y rearmarse. Es lo que cuenta a AsiaNews Mons. Basilio Yaldo, auxiliar de Bagdad y estrecho colaborador del patriarca Louis Raphael Sako, confirmando los temores de un “nuevo ascenso” del movimiento yihadista ligado a la operación militar lanzada por Ankara en el norte de Siria, que ya se adentra en su segunda semana. “Ya hemos vivido esta experiencia -prosigue el prelado - y es fuerte el temor de que pueda regresar de nuevo”.

Para el auxiliar de Bagdad, la guerra lanzada por Turquía contra los kurdos en el norte de Siria promete impactar también en el país vecino, Irak. Tal como ha subrayado en un llamamiento el obispo caldeo de Erbil, es fuerte el riesgo de una nueva oleada de refugiados en un territorio que todavía está sufriendo las consecuencias del ascenso del ISIS en el verano del 2014. “Por el momento -explica Mons. Yaldo -, la situación sigue bajo control, pero el panorama es complicado ya que la situación donde estamos nosotros tampoco es pacífica”, y prueba de ello son las recientes “manifestaciones en Bagdad y en otras zonas del país”. 

Para quien es la mano derecha del patriarca Sako es “fundamental la intervención de la comunidad internacional”, en particular de los Estados Unidos (y Rusia), que deben “ejercer presiones sobre Turquía”. La ONU, Washington, las grandes potencias “deben detener esta guerra” en la cual, al final, también en este caso, “el costo lo paga la pobre gente, la población civil, tanto en Siria como en Irak”. 

Sin embargo, en el frente de la ofensiva “Fuente de paz” el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha afirmado que Ankara “jamás declarará el cese del fuego”, rechazando el pedido presentado por el homólogo de los EEUU, Donald Trump. Por tanto, él ha confirmado la intención de proseguir con la acción militar contra los kurdos, que arriesga desatar una nueva, gran crisis humanitaria que también podría afectar al vecino Irak.  

Erdogan ha dicho que no teme las sanciones de los EEUU e incluso minimiza la participación del ejército sirio en la ofensiva, con las tropas de Damasco ya desplegadas para la defensa de Manbij y de otras zonas estratégicas del norte, tras el acuerdo sellado con las milicias kurdas de las YPG. En las próximas horas, se prevé el arribo a Ankara del vicepresidente de los EEUU, Mike Pence, y del secretario de Estado Mike Pompeo, con el objetivo de procurar una mediación para la tregua. En los próximos días, Erdogan debiera volar a Moscú, invitado por el presidente ruso Vladimir Putin, cuyo objetivo es evitar una guerra de todo calibre entre Siria y Turquía. 

Esta mañana, los enfrentamientos se concentraban en torno a la localidad fronteriza de Ras al-Ain, con las fuerzas kurdas tratando de repeler el avance de los militares turcos sostenidos por milicianos árabes y grupos yihadistas. Para el Ministerio de Defensa de Ankara, al día de hoy se cuentan al menos 637 “terroristas” (combatientes kurdos) muertos, pero no hay confirmaciones independientes sobre esta cifra. 

En este panorama de creciente violencia y terror, crecen las preocupaciones de la cúpula de la Iglesia iraquí. “Ayer hablamos con el obispo caldeo de Alepo, Mons. Antoine Audo - cuenta el auxiliar de Bagdad - y nos ha descrito una situación de gran confusión”. El prelado concluye afirmando que debido a ello, el patriarca caldeo, el Card. Louis Raphael Sako “ha hecho un llamamiento a todas las iglesias caldeas del mundo, pidiendo rezar una semana por la paz en Siria e Irak”.