Rangún, el comandante del ejército visita y hace donaciones a los no budistas

Ayer, eI general Min Aung Hlaing y sus colaboradores fueron a visitar a los musulmanes e hindúes de rangún. Según los analistas, los militares intentan limpiar la propia imagen después de la crisis rohingyá. En 2020, los ciudadanos birmanos participarán en las segundas elecciones desde que terminó la dictadura.

 


Rangún (AsiaNews/Agencias)- En la últimas semanas el general Min Aung Hlaing (Foto), comandante en jefe de las Fuerzas armadas de Myanmar (Tatmadaw), visitó e hizo donaciones a organizaciones y lugares de culto no budistas. Según algunos observadores, la movida representa un intento de promover la unidad entre las diversas comunidades de la nación; para otros, ella es dictada por un oportunismo político, desde el momento que en el país sobre el cual incumben las próximas elecciones. Recientemente, habían provocado polémicas las estrechas relaciones entre la dirigencia militar y los movimientos ultranacionalistas. Éstos acusan al gobierno civil no proteger las tradiciones y la cultura del budismo, tarea a su parecer solamente por el ejército. 

Ayer por la mañana, el general guió un grupo de altos oficiales y sus familias a donar dinero y artículos de primera necesidad a un ente del hospital islámico en la municipalidad de Kyauktada.. La delegación después fue al templo hindú de Sri Sri Durga Bari. Aung Thwin, vicepresidente del Consejo central hindú, cuenta que los militares han dejado una ofrenda de 7,7 millones de kyat (4363 euros) destinados a orfanatos y clínicas de la comunidad. El general y los oficiales visitaron también la mezquita de Zafar Shah.

Esta es la tercera de una serie de visitas del comandante en jefe del Tatmadaw a lugares sagrados no budistas. La semana pasada, el general Min Aung Hlaing dio dinero y provisiones a grupos cristianos y musulmanes de Mondalay, además a los monjes budistas de los monasterios de Bhamo y Ma Soe Yein. Come gesto para favorecer la cohesión política, social y religiosa, el general donó 9,5 millones de kyat (5630 euros) y 140 kilos de arroz, aceite, arvejas y sal. En agosto pasado, el general y sus colaboradores visitaron y donaron a cristianos y musulmanes de  Pyinmana, municipalidad de la capital, Naipyidó.

Desde agosto de 2017, el ejército es objeto de fuertes críticas de parte de la comunidad internacional por las violaciones de los derechos humanos de la minoría islámica rohingyá en el Estado de rakhine. Diversas naciones piden que el general Min Aung Hlaing se procesado en el Tribunal penal internacional. Los EEUU emitieron sanciones contra él, diversos militares y sus familias. Según los analistas políticos, los vértices del Tatmadaw están intentando limpiar la propia imagen a los ojos del mundo y de la nación, que el próximo año será llamada a las segundas elecciones generales desde que finalizó la dictadura. Las primeras, se realizaron en el año 2015 y habían sancionado la victoria de la líder democrática Aung San Suu Kyi. La Señora y su partido están intentando cambiar la controvertida Constitución militarista de Myanmar, que reserva al Tatmadaw amplios poderes y enteros sectores del aparato estatal.