Aparentemente se ha decidido que una brigada especial de investigaciones tome el caso en el cual un obispo, que acusa a agentes de la policía de incendiar viviendas, es imputado por difamación.
Port Moresby (AsiaNews) – Debiera haber un seguimiento de las protestas contra el accionar de los agentes de la Task Force Mobile Squad, acusados de haber incendiado 19 viviendas del complejo residencial de Daga. La policía alegaba que la población del Complejo de Daga alojaba delincuentes -una acusación que rechazan los habitantes del lugar, quienes sostienen que ayudan a las personas necesitadas - y los agentes habría actuado bajo el efecto del alcohol o drogas.
El relato de los hechos lo brinda Mons. Rolando Santos, obispo filipino de Alotau, (en la foto) quien, debido a ello, fue acusado de difamación por la policía, que procedió a detenerlo, junto con el secretario diocesano de Educación, Gregory Nimagole - cuya casa quedó envuelta en llamas- , acusado de difundir información falsa a través de Internet.
Aparentemente, ahora se ha decidido que una brigada especial de investigaciones tome el caso, y se procederá a una reestructuración de la policía local.
Con respecto a las víctimas de los hechos, que ahora viven en tiendas, debieran obtener viviendas a bajo costo.
En una carta publicada por CbcpNews, la agencia de prensa de la Conferencia Episcopal Filipina, Mons. Santos explica que dio a conocer el caso públicamente, para que “las personas sepan cuál es la verdad de lo sucedido, y para que se realice una investigación imparcial, y así evitar que este tipo de atrocidades se repitan. Me pareció atroz, y difícil de justificar, el incendio de viviendas sin previo aviso, sin orden de un tribunal, y sin dar a la gente la posibilidad de ser escuchada y defenderse”.