Liberen a Hồ Đức Hòa: Hanoi se niega a brindar tratamiento médico al activista católico en prisión

Arrestado en el 2011, Hòa era miembro activo de la diócesis de Vinh y colaborador de una agencia de prensa de los padres redentoristas. Para el régimen, él forma parte de un grupo de jóvenes católicos y protestantes cuya intención fue “derrocar al gobierno”. El prisionero de conciencia deberá descontar cinco años más en prisión y otro tanto bajo arresto domiciliario. 

 


Hanoi (AsiaNews) – Familiares, amigos y sostenedores hacen nuevos llamamientos, pidiendo por la liberación de Hồ Đức Hòa (foto 1), de 45 años, un activista católico que defiende los derechos humanos y la libertad religiosa. El prisionero de conciencia sufre de muchos problemas de salud. Sin embargo, las autoridades de la cárcel se han negado a brindarle tratamiento médico. Son las declaraciones de su hermana, Hồ Thi Luy.

Hòa es uno de los 41 activistas provenientes del área de Vinh, en la provincia ubicada en el centro-norte de Vietnam, Nghệ An, que fueron arrestados por las autoridades entre agosto y diciembre del 2011, durante una campaña de represión contra jóvenes activistas católicos y protestantes. Todos ellos fueron acusados de intentar “derrocar al gobierno legítimo”. Su proceso se desarrolló a puertas cerradas, en el tribunal provincial de Nghệ An, los días 8 y 9 de enero de 2013. Del grupo, también formaba parte Anne Nguyễn Đặng Minh Mẫn (foto 2), que fue puesta en libertad el 2 de agosto pasado.

Cuando fue detenido, Hòa era miembro activo de la diócesis de Vinh y colaborador del Vietnam Redemptorist News, una agencia independiente administrada por la Congregación del Santísimo Redentor (los padres redentoristas) en Ho Chi Minh City. El joven también se estaba dedicando a la organización de becas de estudio para alumnos pobres y participaba en proyectos de asistencia a personas marginadas y discapacitadas. Fue arrestado en el aeropuerto junto con Nguyễn Văn Oai y Đặng Xuân Diệu, cuando regresaba de un viaje. Recibió una pena de 13 años de prisión y cinco años de arresto domiciliario, una vez liberado; en este momento, está descontando la condena en la prisión de Nam Ha (provincia de Hà Nam).

Hace dos días, su hermana, Hồ Thi Luy, contó a la agencia RFA que lo visitó los días 10 y 11 de agosto pasados. “Parecía alegre, pero habló poco y nunca sonrió: noté que su salud estaba seriamente deteriorada”, declaró. Durante la visita a la cárcel, Luy pudo leer una carta fechada el 25 de julio, que Hòa había enviado a la familia. En el mensaje, por primera vez, el activista revela a los familiares que hace 8 años padece una serie de enfermedades; cólicos abdominales, hipertensión, entumecimiento de las extremidades y hemorroides. Desde principios de año, el prisionero también ha desarrollado otros síntomas, que incluyen dolor de hígado y de columna vertebral, debilidad en el brazo derecho y un cuadro de agotamiento. Hòa manifiesta que fue atendido por un médico de la prisión, pero que aún no ha recibido un diagnóstico. A pesar de los reiterados reclamos, en los últimos tres meses se le ha denegado cualquier tratamiento. 

Desde el 2016, los activistas y blogueros han devenido el blanco de una campaña de gobierno contra el disenso. Los opositores al régimen padecen cotidianamente situaciones de hostigamiento, intimidaciones, vigilancia e interrogatorios por parte de la policía; a menudo se los somete a largos períodos de detención preventiva, sin poder acceder a un letrado ni contactarse con sus familiares. Según un informe publicado por Amnesty International el 13 de mayo de 2019, Hanoi tiene actualmente 128 prisioneros de conciencia. Nguyen Kim Binh, del Vietnam Human Rights Network declaró, en diciembre del año pasado, que en las cárceles del país hay más de 200 prisioneros políticos.