Kirguizos contra mineros chinos del oro: son ‘invasores, explotadores y contaminan las aguas’
de Vladimir Rozanskij

En un enfrentamiento entre obreros kirguizos y chinos, resultaron heridas 40 personas. Un acampe delante de la compañía china para que el gobierno retire la licencia de explotación. La alta tecnología y la corrupción hacen sobresalir la obra de los chinos. 

 


Bishkek (AsiaNews) – Desde hace días una mina para la extracción y la elaboración del oro, la Solton-Sari, en la región de Narynsk, está en medio de una fuerte agitación. Los habitantes pretenden de las autoridades el bloqueo inmediato de las actividades de la compañía china Zhong Ji Mining Company, socia de la empresa local. El pasado 5 de agosto obreros kirguizos y chinos se enfrentaron y 40 personas debieron ser hospitalizadas. 

Al lugar llegaron diversos representantes de las autoridades kirguizas, como el vice. Premier y el ministro Kubatbek Boronov, además el ministro del Interior Kashkar Dzhunushaliev. El premier Mukhammedkalyj Abylgaziev convocó a una reunión en la capital Bishkek, donde declaró que “los incidentes entre los habitantes locales y extranjeros no deben ser motivo de suspensión o cesación de los trabajos de la empresa”. Según sus palabras, el gobierno está al corriente de los problemas en el campo de la industria minera en las montañas del país: “Me ocupo cotidianamente de esta cuestión y tengo todo personalmente bajo control. Son problemas que se acumularon en los años y exigen una profunda reflexión, además de acciones determinadas, pero siempre en el límite de la ley.

El Premier teme que los enfrentamientos provoquen a la producción tales dificultades de desalentar a los inversores internacionales. Los acuerdos en sí, datan del 2009, pero los problemas surgieron desde 2010 y siempre con los chinos. Según el director del centro analítico “Estrategia Este-Oeste” Dimitri Orlov, son los chinos los que suscitan conflictos de intereses entre muchos socios involucrados.

La vena aurífera de la Solton-Sari está situado a 350 Km de Bishkek y está dividido en 3 secciones: en la primera trabajan los chinos, que obtuvieron la licencia hasta 2033, en la segunda trabajan otros socios privados, la tercera es de competencia estatal. Los chinos están construyendo establecimientos de elaboración del oro extraído y otras infraestructuras, convirtiéndose de hecho como los líderes de toda la mina.

El conflicto inició cuando 500 habitantes de la provincia de Narynsk pidieron que se interrumpieran los trabajos, y expulsar a todos los trabajadores chinos. De las infructuosas tratativas se pasó al enfrentamiento físico, con lanzamiento recíproco de piedras. El grupo de los chinos fue el más afectado y fueron asaltadas muchos equipos de los chinos, destruyéndolos en parte. 

Un importante político kirguizo, la señora Toktajm Umelatieva hizo algunas declaraciones a la Nezavisimaja Gazeta, explicando que la multitud que manifestaba cerca de la mina está aumentando, con llamamientos a través de las redes sociales a los ciudadanos kirguizos para venir a defender a los compatriotas. “Es una manifestación espontánea para defender los campos de pastoreo en los territorios de la zona, visto que los chinos no cumplen las normas de seguridad ecológica y de la fuentes hídricas”. La población sufre el fuerte impacto contaminante de las actividades chinas y acusa a la empresa china de envenenar las tierras y las aguas, con graves consecuencias para el ganado.

Los manifestantes ponen en discusión la licencias del año 2009 y acusan de graves infracciones a las reglas con fenómenos de corrupción. Mientras tanto las empresas que no tienen a disposición ingentes fondos para obtener licencias “más livianas”, pero ni siquiera para instalar tecnologías adecuadas, se encontrarían al límite de la clausura. Según la Umelatieva, el nivel de corrupción habría llegado a esferas tan altas que sólo una intervención directa del presidente Xi Jinping podría resolver la situación. 

Las actividades de extracción minera son quizás la única fuente de desarrollo y floreciente de Kirguistán y los enfrentamientos en acto no pueden ser reducidos a una escaramuza local. Las protestas de la población, con el eslogan “defendamos nuestra tierra”, expresan un difundido malestar contra la élite política y económica del país, calificada como corrupta y lejana del pueblo; todos los inversores extranjeros, comenzando por los chinos, son considerados invasores y explotadores. Kirguistán, uno de los países más frágiles de Asia central y podría convertirse en un foco de revuelta para toda la región.

En otro campo, no en relación con las manifestaciones en la mina, la policía kirguiza logró arrestar al ex presidente Almazbek Atambayev. Un primer intento se realizó hace 2 días, pero fracasó por los grupos de resistencia de los grupos de defensa de Atambayev. En los enfrentamientos a fuego, 79 personas resultaron heridas y un policía murió en el hospital como consecuencia de las heridas.

Los seguidores de Atambayev habían tomado como rehenes a 6 policías, liberados durante la jornada de ayer. Más tarde, un mayor número de policías, con gases lacrimógenos y granadas ensordecedoras, lograron penetran en el fortín de Atambayev y lo arrestaron.