El patriarca Raï contra políticos e instituciones: en el Líbano la situación es ‘inaceptable’

Encontrándose con la prensa en la sede de verano, el purpurado ataca a los vértices de las Fuerzas de seguridad e invita a aplicar los valores del acuerdo nacional. El acuerdo de Taëf desatendido “en los textos y en el espíritu”. Constitución y leyes son “el camino que hay que seguir” en este período de fuertes tensiones. El peligro de una escalada entre Arabia Saudita e Irán. 

 


Beirut (AsiaNews/Agencias) - Un duro ataque a la dirigencia de las Fuerzas internas de seguridad, un pedido para relanzar la comprensión nacional de Taëf (que puso fin a las guerras en Líbano desde 1975 al 1990, Ndr) y al respeto de los principios constitucionales. 

En una afrontación a todo campo, el realizado ayer por el patriarca maronita Card. Beshara Raï, durante el encuentro con la delegación de la orden de los periodistas libaneses, guiados por su presidente Joseph Kossayfi. “Quiten las manos- afirmó el purpurado- de los servicios de seguridad y dejen de politizar y confesionalizar la justicia”.

Para los presentes, cronistas y personalidades presentes en el encuentro que se realizó ayer en la residencia de verano de Diname, en la montaña libanesa, las palabras del primado maronita llegaron inesperadas y por un cierto sentido, sorprendentes. Él quiso lanzar el grito de cólera y dolor, en la esperanza de despertar las conciencias de los líderes de la nación y de su pueblo.

Hoy, advierte el purpurado, se corre el riesgo de cancelar aquel patrimonio de convivencia, de diversidad, de multiculturalidad que caracteriza al país ya desde su fundación. En este contexto él recordó la obra de la Iglesia y de los “diecisiete” patriarcas predecesores en favor del “mosaico” libanés. En particular va recordada la obra de Elia Hoayek que “cubrió un rol determinante en el nacimiento del Gran Líbano en 1920”. 

Sin embargo, según el purpurado hoy, en cambio, en vez de relanzar el ideal de confianza y esperanza en el futuro, parece prevalecer en todos un gran sentido de inquietud. “Estoy triste- afirma- por cuantos murieron por el Líbano, porque tengo la impresión que volvimos para atrás. Podemos decir que no aprendimos “nada” del pasado.

El país de los Cedros es famoso por el acuerdo de Taëf, logrado gracias a la mediación del predecesor Nasrallah Sfeir, que privilegió el compromiso en una óptica de paz respecto a la continuación de la guerra. Hoy, advierte, este pacto fundador no es más aplicado, “ni en los textos, ni en el espíritu”. “El problema- prosigue- es que la autoridad no decide. Es prueba el incidente de Qabr Chamoun (a fines de junio fueron asesinados dos agentes de la custodia del ministro para la Emigración, en una cuestión de contornos aún oscuras), que paraliza al gobierno y es fuente de polémicas” políticas e institucionales. 

“La Constitución, el pacto nacional, las leyes son el camino que hay que seguir”, advierte el Card. Raï. “Si no las seguimos. agrega- caemos en un precipicio”. Un peligro aún mayor, en un contexto de tensiones regionales provocadas por la rivalidad política, económica y confesional entre Arabia Saudita sunita e Irán chií.

Al final, el purpurado hace un pedido al director general de los servicios de seguridad (FSI) Imad Osman, que habría utilizado “dossier fabricados ingeniosamente” y convalidado “la tortura” contra los detenidos en las celdas más escondidas de la institución. “La situación- concluye el purpurado. se volvió inaceptable, porque nos estamos alejando siempre más del concepto del Estado”. A las acusaciones del líder maronita respondió el directo interesado, el general Osman, el cual invitó al patriarca a “encontrarse personalmente con los detenidos torturados” o las personas “contra los cuales fueron fabricados los dossier”.