Orissa, quedó en libertad bajo caución el segundo de los siete cristianos encarcelados por los pogromos

Bijaya Sanaseth estaba en prisión desde el 2008. En mayo de este año, los jueces de la Corte Suprema ya habían liberado a Gornath Chalanseth. La acusación de haber asesinado a un swami hindú fue el detonante de la feroz violencia contra la comunidad cristiana. La Iglesia local siempre denunció que se habían montado procesos falsos contra los siete cristianos de origen humilde.


Nueva Delhi (AsiaNews) – La Corte suprema de la India ha otorgado la libertad bajo caución a Bijaya Sanaseth, uno de los siete cristianos condenados a cadena perpetua, acusado de haber asesinado al swami hindú Laxamananda Saraswati. Ese homicidio fue reivindicado por los guerrilleros maoístas. Aún así, los fundamentalistas hindúes lo atribuyeron a los cristianos, desatando la violencia sectaria que culminó en “los pogromos de Orissa”.  

El hombre se encontraba en la cárcel desde el 2008, con una condena a cadena perpetua dictada en el 2013. Él es el segundo de los “siete cristianos inocentes” a los que el máximo órgano judicial de la India ha reconocido el derecho a salir de prisión, luego de pasar más de 10 años tras las rejas. Antes que él, en mayo de este año, la misma Corte liberó a  Gornath Chalanseth, el primero que pudo reunirse nuevamente con su familia. 

Aún no se ha establecido cuándo podrá salir de la cárcel Bijaya. En el caso de Gornath, pasaron dos semana entre la fecha de la sentencia y la liberación definitiva. Mientras tanto, continúan tras las rejas Bhaskar Sunamajhi, Buddhadev Nayak, Durjo Sunamajhi, Sanatan Badamajhi y Munda Badamajhi (que tiene una discapacidad mental).

En agosto del 2008, en Orissa, los radicales hindúes perpetraron la persecución más feroz que se haya registrado contra los cristianos en la India. Al concluirse los pogromos, es saldo fue tremendo, especialmente en el distrito de Kandhamal: 120 muertos; casi 56.000 fieles obligados a huir; 8.000 viviendas incendiadas o saqueadas en 415 aldeas; 300 iglesias demolidas; 40 mujeres violadas (entre ellas, Sor Meena Barwa, la sobrina del actual arzobispo, John Barwa); 12.000 niños desplazados y obligados a interrumpir sus estudios. 

La Iglesia de Orissa siempre reivindicó la inocencia de los condenados y denunció procesos que habían sido montados. Mientras tanto, en Kandhamal la fe continuó prosperando con alegría, fortalecida por el recuerdo de los mártires que sacrificaron su vida para no renegar de Cristo. Aún así, el Estado indio está atravesando un delicado proceso de pacificación y todavía persisten episodios de violencia contra los cristianos, síntoma de que la llama del odio aún no se ha extinguido del todo.