El Papa se encuentra con los jóvenes que han participado en el Fórum Internacional de los jóvenes organizado por el Dicasterio (ministerio) para los Laicos, la Familia y la Vida. A ellos, Francisco les pide ser “luz en la noche de tantos coetáneos que no conocen a Jesús”. Elegido el tema de la JMJ de Lisboa 2022. “María se levantó y se fue rápidamente”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Los jóvenes “sean mensaje de unidad en un mundo de divisiones”. Los dijo el Papa Francisco recibiendo en audiencia a los jóvenes que han participado en los días pasados en el Fórum Internacional de los jóvenes. El tema del encuentro era: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. Francisco alentó a los jóvenes a “ser luz en la noche tantos de vuestros coetáneos que-dice- todavía no conocen la alegría de la vida nueva en Jesús”.
El Papa cita luego el documento final del Sínodo de los jóvenes. Recordando el episodio evangélico de Emaús, el pontífice dice: “También nosotros, un día, hemos encontrado al Señor en nuestro camino de nuestra vida. Y, como los discípulos de Emaús, estamos llamados a llevar la luz de Cristo en la noche del mundo. Vosotros, queridos jóvenes, están llamados a ser luz en la noche de tantos vuestros coetáneos que todavía no conocen la alegría de la vida nueva en Jesús”.
La necesidad de hacer comunidad, la alegría de estar juntos y luego la nostalgia de los saludos. Los discípulos de Jesús “no es un tesoro que hay que esconder, sino un Misterio que hay que compartir”, “más lo llevamos a los otros, tanto más lo sentiremos presente en nuestras vidas”
Y estoy seguro, agregó, “que vosotros lo harán, cuando volverán a vuestros lugares de origen. El texto de Emaús dice que Jesús encendió un fuego en los corazones de los discípulos. Como saben el fuego, para no apagarse, debe expandirse, propagarse. Por lo tanto ¡alimenten y difundan el fuego de Cristo que está en vosotros!”.
Vosotros, concluye, “¡son el hoy de Dios, el hoy de la Iglesia! No sólo futuro sino el hoy. La Iglesia necesita de vosotros para ser plenamente sí misma. Como Iglesia. ustedes son el Cuerpo del Señor Resucitado. Están unidos los unos a los otros y de por si solos no sobrevivirán. Se necesitan los unos de los otros para marcar realmente la diferencia en un mundo siempre más tentado por las divisiones”.