Rusia y Turquía acuerdan un cese del fuego ‘total’ en Idlib. Aviones turcos bombardean el Kurdistán

La tregua afecta la zona de amortiguación del conflicto y tendrá una duración indefinida. Los ataques aéreos de los últimos días provocaron al menos 25 víctimas, en su mayor parte civiles. Ankara bombardea objetivos kurdos en el norte de Irak, en Anadiya y Komane. Se encuentra cortada la principal vía de comunicación entre Dohuk y Amedi y hay varios heridos. “La población está aterrorizada”.


Damasco (AsiaNews) - Rusia y Turquía han negociado “un cese del fuego total” entre las fuerzas del gobierno y las milicias rebeldes en Idlib, donde hace tiempo se despliega una ofensiva del ejército de Assad contra los opositores y yihadistas que operan en el área. Esto ha sido subrayado por las agencias de noticias rusas, al difundir informaciones de fuentes militares del Kremlin. Situada en el norte del país, la provincia constituye el último bastión en manos del remanente de los grupos opositores al gobierno y de facciones extremistas y yihadistas (que van desde al Qaeda al Estado Islámico, ex ISIS).

Rusia y Turquía (además de Irán) poseen tropas armadas en el territorio sirio. Si bien parten de frentes opuestos (Teherán y Moscú, más cercanas a Damasco; mientras que Ankara sostiene a los movimientos contra Assad), los tres países han logrado hacer más que la diplomacia de la ONU en lo que respecta a aplacar la presión de un conflicto que ya ha provocado medio millón de víctimas y siete millones de refugiados.

Según fuentes militares rusas, el cese de fuego total entrará en vigor en la zona de amortiguación y permitirá salvar vidas humanas en un área que ha estado atormentada por la violencia durante largo tiempo. La provincia de Idlib aloja a más de tres millones de personas, que incluyen rebeldes y civiles que han huido de zonas re-conquistadas por el gobierno y en los últimos días ha sido blanco de numerosos y cruentos bombardeos.  

Los ataques en el sur de Idlib y en el norte de Hama continuaron después de la medianoche, cuando -al menos, en teoría- debía comenzar a regir el cese del fuego cuya duración sería “indefinida”.

Los bombardeos del 10 de junio pasado provocaron cuando menos 25 víctimas, muchas de ellas civiles. Testigos oculares y fuentes locales hablan de cientos de víctimas, incluyendo civiles, registradas en las últimas seis semanas de la ofensiva del ejército sirio, sostenido por los ataques aéreos del aliado ruso. Después de Alepo, la Guta oriental y Douma, el road map trazado por el gobierno de Damasco para reconquistar el país se desplaza hacia el norte.

El objetivo es recuperar un área estratégica y volver el tiempo atrás para restaurar el país a la época anterior a la revuelta, estallada en marzo de 2011 y luego transformada en una guerra de intereses entre potencias extranjeras. Los hechos de violencia han provocado la huida de decenas de miles de personas, que han abandonado sus hogares para buscar refugio al otro lado de la frontera, en Turquía.

Ayer, en tanto, algunos aviones de caza de Ankara realizaron una serie de bombardeos contra (presuntos) objetivos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak, en el área fronteriza de Sidakan. Las localidades de Amadiya y Komane sufrieron destrucciones. Los ataques cortaron la principal vía de comunicación entre Dohuk y Amedi y destruyeron una estación de servicio y una tubería de agua. Según algunas fuentes locales de AsiaNews, habría varios heridos (de levedad) entre los habitantes del lugar. “La población está aterrorizada” -afirma la fuente- y nadie se anima a salir de casa”.