Israel, miles en las calles contra la ley que garantiza la inmunidad a Netanyahu

Decenas de miles de personas-según los organizadores- se reunieron afuera del museo de Tel Aviv. Los manifestantes llevaba imágenes de Erdogan, símbolo del “régimen” que quiere instaurar el Premier. En el centro de la controversia las acusaciones de corrupción y fraude sobre las cuales está llamada a juzgar la Corte suprema. En el horizonte se ven posibles (y clamorosas) nuevas elecciones.


Tel Aviv (AsiaNews/Agencias) - En Israel se desencadena la protesta contra un proyecto de ley de la mayoría de gobierno, que quiere garantizar la inmunidad al Premier encargado (en su quinto mandato) Benjamín Netanyahu de las investigaciones del poder judicial por corrupción y fraude. En la noche entre el 25 y el 26 de mayo miles de personas se reunieron afuera del museo de Tel Aviv, capital económica y comercial del país, en una manifestación “pro-democracia” que vio unidos a las principales coaliciones de la oposición.

Las manifestaciones callejeras del fin de semana son las primeras desde la victoria electoral del Premier saliente a inicios de abril. Algunos entre los manifestantes llevaban el fez rojo en estilo otomano y mostraban retratos del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, según los cuales él “encarna la tipología contra la cual nos batimos”.

Para los organizadores, a la protesta habrían adherido decenas de miles de personas, pero no hay datos oficiales relacionados con las presencias. Entre los líderes de la protesta estaba también Benny Gantz, ex general del ejército y principal desafiante de Netanyahu en las últimas elecciones, que se dirigió a la multitud incitándola a manifestar. Él atacó con decisión al Premier encargado, acusándolo de hacer “caer a pedazos” el sueño de Israel con su dirigencia. “Hay personas- agregó- que está tratando de reemplazar el gobierno del pueblo con el gobierno de un solo hombre y de servirse de los intereses de una entera nación para aquellos de un individuo”.

Según lo que refieren los principales exponentes de la oposición, Netanyahu-que en estas horas presidió una reunión de la mayoría agitada y apareció particularmente nervioso- no puede recubrir el cargo de jefe de gobierno en el caso de ser incriminado. La Corte suprema es el órgano llamado a decidir si él deberá dimitir o no; sin embargo, según los críticos y la sociedad civil el Premier está tratando de limitar- si no desautorizar-los poderes y quedarse en el gobierno. Su objetivo, agregan, es la de hacer aprobar una norma que lo tutele de las acusaciones de corrupción.

Netanyahu está acusado entre otras cosas de haberse apropiado de bienes y regalías por casi 270 mil dólares en cigarros y champagne de marca, en cambio de favores políticos. En el segundo lugar de la investigación, él habría aprobado reglamentos en su favor. En concreto, habría beneficiado de artículos y reportajes aduladores sobre su propio accionar y sobre su familia en el cotidiano Yedioth Ahronot, el más vendido en el país, en cambio de discriminantes y vejatorios contra un medio rival.

Él arriesga una condena de entre 3 y 10 años de cárcel. Frente a las acusaciones siempre replicó reivindicando su propia inocencia, hablando de una “caza de brujas” de matriz política.

En este contexto se hace más complicada el camino hacia la formación de un nuevo gobierno. El término último para la presentación de un nuevo ejecutivo está fijado para el 29 de mayo, pero las tensiones internas y las protestas callejeras- con el hacha del poder judicial sobre la cabeza del Premier encargado- han atrasado el proceso. El escenario político e institucional se hace cada vez más enredado con el pasar de las horas y algunos miembros del Likud (el partido de Netanyahu) llegan a perfilar nuevas (y clamorosas) elecciones anticipadas si la situación no lograse desbloquearse.