Filareto se distancia de la Iglesia autocéfala ucraniana. Epifanio se acerca a los greco-católicos
de Vladimir Rozanskij

El patriarca emérito se queja de la escasa atención que se le dedica y teme al nuevo presidente Volodymyr Zelensky. El metropolitano de Kiev se reúne con el arzobispo mayor Svjatoslav Shevchuk y sueña con la unión.


Moscú (AsiaNews) -  El patriarca emérito de la Iglesia ucraniana autocéfala, el nonagenario Filareto (Denisenko), hace algunas semanas entró en conflicto con el nuevo metropolitano Epifanio (Dumenko), su ex-secretario y sucesor en la conducción de la Iglesia ortodoxa “nacional”. Filareto ha amenazado con separarse de Epifanio, para dar vida a un patriarcado independiente, para lo cual pretende convocar a un sínodo de carácter institutivo. El anciano jerarca de los tiempos soviéticos, que primero se había separado del Patriarcado de Moscú en los años ‘90, se queja de la escasa atención que le dedica el joven metropolitano, a pesar de habérsele mantenido la denominación primacial. Desde la constitución de la nueva Iglesia autocéfala a principios de febrero pasado, Epifanio se habría reunido con Filareto no más de cinco veces.

El patriarca emérito quisiera en cambio permanecer junto al sucesor y primer metropolitano de la nueva Iglesia, para guiar juntos a la feligresía y “defender nuestra Iglesia”, sobre todo luego de las elecciones de abril, que han destituido al presidente “protector de la Iglesia”, Petro Poroshenko, para reemplazarlo por el mucho más laico Volodymyr Zelensky. El nuevo presidente ya se ha reunido con Epifanio, pero sin deslizar promesas a los ortodoxos locales, que igualmente declararon su voluntad de respaldarlo.

Filaret pretende ser nombrado como patriarca en todas las liturgias de la Iglesia ortodoxa, algo que se da solamente en algunas iglesias, mientras que en todos lados se menciona el nombre de Epifanio en las letanías. El antiguo patriarca continúa considerando activa la jurisdicción por él fundada, que se separó de Moscú en 1992, y envía sus misivas en papel membretado como del “Patriarcado de Kiev”. Él dice haber sido “obligado” por el patriarca de Constantinopla a no presentar su candidatura en el concilio de fundación en diciembre pasado, pues de otro modo la nueva Iglesia ahora lo tendría a él como guía  y haría uso del estatus patriarcal.

Tampoco satisface al patriarca el estatus aprobado por Constantinopla con el Tomos de autocefalia, que en los hechos coloca a la Iglesia ucraniana bajo la firme dependencia del patriarcado ecuménico, como sucede, bajo diferentes modalidades, para todas las demás Iglesias ortodoxas, a excepción de la rusa. No es casual que los únicos patriarcas que ostentan el título de “ciudadano” son los antiguos: de Constantinopla, Alejandría y Jerusalén (además del papado de Roma), a los que se ha sumado el de Moscú, aunque de manera notablemente forzada. Las demás Iglesias autocéfalas tienen títulos distintos, incluso patriarcales, pero siempre “nacionales” (patriarcado de Serbia, Bulgaria, Rumania, Albania etc.), para indicar una función eminentemente local, allí donde las “ciudades santas” tienen fundamentalmente un valor universal. Es la pretensión histórica de Moscú de ser la “Tercera Roma”, y Filaret querría atribuir este valor simbólico también a Kiev, la antigua “madre de las ciudades rusas”.

Las declaraciones de Filareto están creando bastante confusión entre los fieles, allí donde buena parte del clero aún sigue muy vinculada al patriarca emérito, mientras que algunos grupos de laicos ya han difundido comunicados de protesta por la injerencia del viejo jerarca soviético. Hay quien incluso desliza la hipótesis de una revocación del Tomos, en caso de producirse excesivas divisiones internas en la nueva Iglesia.

Por su parte, el metropolitano Epifanio no se ha pronunciado sobre las críticas y amenazas de su mentor, ahora devenido opositor, pero algunas de sus declaraciones han provocado nuevas discusiones. Según el metropolitano de Kiev, “es admisible” que en el día de mañana se dé una unión con la Iglesia greco-católica ucraniana, guiada por el arzobispo mayor Svjatoslav (Shevchuk), con el cual mantiene una gran sintonía. Al tomar la palabra en Expreso.TV, Epifanio recordó que “con los greco-católicos estamos realizando muchos proyectos importantes y participamos juntos en numerosas manifestaciones”, y al parecer, ya se ha estado dialogando acerca de una posible unificación. “En un encuentro con Su Beatitud Svjatoslav, hemos hablado de profundizar ulteriormente nuestra colaboración. En ella, desarrollamos un diálogo, y no sabemos hasta dónde nos llevará esto; teóricamente, es posible llegar a la unión”. Según el parecer del responsable de los autocéfalos, todos los ortodoxos ucranianos están destinados a unificarse, entendiendo por tales tanto los de obediencia moscovita como los católicos griegos.