Los detenidos comprenden al jefe, una mujer china, un pastor protestante y otros 4 cristianos. Las muchachas eran obligadas a casarse, ilusionándolas con promesas de una vida próspera y luego terminaban el el mercado del sexo y del trabajo forzado. Los gasto para los falsos matrimonios eran todas pagadas por la mujer china. también los parientes de las jóvenes recibían ofrecimientos en dinero.
Faisalabad (AsiaNews) – Fueron detenidos, en espera de proceso, un grupo de 6 personas acusadas de organizar matrimonios entre jóvenes cristianas paquistaníes y jóvenes chinos, poniéndolas en realidad en el mercado de la prostitución en China. Los arrestados son la señora Candis, una china a la cabeza de la organización, el pastor protestante Zahid y otros 4 cristianos: Kashif, Qaisar, Janu y Parkash Masih.
El arresto sucedió después del 1° de mayo, Mushtaq Masih, padre cristiano de una joven, denunció que su hija fue tomada y llevada a un restaurante de Faisalabad para un matrimonio con un joven chino, con la promesa de un avida de bienestar en China. La policía llegada al restaurante descubrió que el pastor Zahid tenía un certificado falso de matrimonio. Después de un breve interrogatorio a los 6, las fuerzas del orden han redactado una completa denuncia acusándolos de tráfico humano, fraude y falso. Los 6 ahora están encarcelados en espera de un proceso.
El flagelo de matrimonios falsos entre jóvenes paquistaníes y jóvenes chinos fue denunciada por la Iglesia católica ya desde hace mucho tiempo.
La investigación de la policía sobre el grupo de arrestados sacó a la luz nuevos aspectos. La señora Candis, la jefa del grupo, trabajó junto a Anas Butt (v. Foto 2), un personaje musulmán muy influyente, hijo de un oficial de la policía ya jubilado. Dirigiendo las cosas desde lahore, los 2 contactaban y convencían a las jóvenes cristianas pobres a casarse con jóvenes chinos. Todos los gastos del matrimonio las pagaba la señora Candis, que pagaba también una discreta suma a los padres de las jóvenes, asegurando que su hija tendría una próspera vida de casada.
Anas Butt no fue todavía arrestado. Porque él es todavía muy potente. Mehak Bibi, una joven cristiana que se había casado con un chino meses atrás, logró escapar de lahore y volvió a Faisalabad a su familia, rechazando ir con su marido a China con su marido. Anas está amenazando a la joven por teléfono y amenaza a su familia de terribles consecuencias si no vuelve con su marido chino.
Según la investigación de la policía, hasta ahora en Faisalabad se celebraron unos 20 matrimonios ilícitos, 18 jóvenes son cristianas, dos musulmanas. Mientras tanto, en estos días surgieron muchas denuncias en los medios a propósito de jóvenes pobres que- con la promesa de una vida próspera- son vendidas en China y luego son obligadas a vivir como prostitutas.
Shahid Anwar, coordinador diocesano de Justicia y paz en Faisalabad, narra a AsiaNews que “los incidentes de matrimonios falsos entre chinos y jóvenes cristianas se volvieron en un número desproporcionado. Los grupos criminales explotan a las pobres familias cristianas y las engañan con promesas de dinero, luego usan a las muchachas en la industria del sexo, en trabajos forzados y en otras humillantes situaciones. El gobierno paquistaní y el consulado chino deberían tomar decisiones precisas contra este tráfico de personas, verificando las visas y certificados de matrimonios. Por su parte, la sociedad civil debería educar a la conciencia sobre estos tráficos humanos de masa, especialmente hacia los niños y las minorías religiosas, que son las víctimas más fáciles”.
Yasir Talib, activista por los derechos humanos, se la toma sobre todo con el pastor Zahid (Foto 3) : “¡Es vergonzoso que este hombre y sus compañeros jueguen con su fe y por dinero acepten registrar los falsos matrimonios!”.
Luego, Yasir Talib narra su trabajo y el de sus colaboradores en el concientizar a las familias cristianas: “Les decimos a ellos que no deben ser estúpidos, cayendo en las manos de estos grupos que te atraen con la tentación del dinero para hacer casar a tu hija con un joven chino. Los “esposos” chinos se adaptan hasta celebrar su matrimonio en la iglesia, sólo para engañarlos. Después del matrimonio, venden a vuestras hijas y gana enormes sumas de dinero. Para ellos es un comercio, pero las vidas y la fe de estas familias son marcadas para siempre”.