Monaragala: la misa bajo el árbol de tamarindo
de Melani Manel Perera

En el pueblo de Siyambalanduwa la iglesia está cerrada desde hace años por la oposición de los monjes budistas. Las protestas impiden también las lecciones de catecismo. Alocious, de 94 años, en primer católico del asentamiento, reza todos los días: “Señor, danos de nuevo nuestra iglesia”.

 


Monaragala (AsiaNews) – Sin iglesia desde hace años por la oposición de los budistas que viven en el pueblo, la comunidad católica celebra la misa al aire libre, bajo un árbol de tamarindo y sueña con volver a tener lo antes posible un lugar de culto. Se trata de la pequeña comunidad de Siyambalanduwa, compuesta por cerca de 30 fieles, parte de la parroquia de Monaragala (a 37 Km de distancia). Alocious, anciano fiel de 94 años obligado a estar en silla de ruedas, declara: “mi deseo más grande es que antes de morir yo pueda de nuevo participar en la misa dentro de la iglesia y que reinicien las lecciones de catecismo. Rezo todos los días: por favor Señor, danos nuevamente nuestra iglesia”.

El 7 de abril, el p Sunil Wijerathna, párroco de Monaragala, fue al pueblo para celebrar la misa dominical. El asentamiento de Siyambalanduwa es de mayoría budista, con algunas familias católicas y de otras denominaciones cristianas. Alocious fue el primer católico en establecerse aquí y se casó con una budista. “Mis hijos-dice- siguen la religión de la madre. Yo rezo a Dios que nos consuele”.

El p. Sunil explica que los católicos no pueden utilizar la iglesia por la oposición de los monjes y los fieles budistas. La comunidad católica jamás sufrió ataques materiales, pero es víctima de una discriminación constante por parte de la mayoría. Anthony Fernando, un funcionario del pueblo, cuenta que entre 2011 y 2016 los budistas organizaron varias manifestaciones contra las lecciones de catecismo y la escuela primaria, enarbolando banderas y carteles. En una de estas protestas han quemado una cruz que estaba en la fachada de la iglesia (v. Foto).

Anthony Perera, oltro católico, afirma: “No queremos conflictos con los budistas o los fieles de otras religiones. Luchamos solo por nuestra iglesia, el catecismo y la escuela primaria. Tenemos confianza de volver a tener nuestra parroquia y reinicira las actividades de culto”.