Según los obispos maronitas, reunidos ayer con el patriarca Raï, la decisión de Donald Trump viola el derecho internacional y también pone en peligro al Líbano. Presiones para el retorno de los refugiados sirios a su país aunque se carece de un marco político en relación a la crisis. Cautela con respecto al cultivo de la marihuana con finalidades terapéutica. Salvar la naturaleza de la contaminación.
Beirut (AsiaNews)- La Iglesia maronita condenó claramente la decisión del presidente de los EEUU, Donald Trump, de reconocer el pasado 27 de marzo la soberanía israelí sobre el Golán ocupado. Ayer, al finalizar la reunión mensual de la Asamblea de los obispos maronitas, bajo la presidencia del patriarca Bechara Raï, en la sede patriarcal de Bkerké, fue emitido un comunicado en el cual se afirma que “tal decisión constituye una violación del derecho internacional y de la carta de las Naciones Unidas y del derecho de cada pueblo a recuperar el propio territorio del cual fue despojado y que se encuentra ocupado”. Este principio -agregan los obispos- se aplica también al derecho del Líbano de recuperar la parte de su suelo que aún sigue estando ocupado”.
Israel conquistó gran parte del Golán sirio (1220 Km cuadrados) durante la Guerra de los 6 días en 1967 y lo anexó en 1981. Pero dicha anexión jamás fue reconocida por la comunidad internacional.
En su discurso en el 30mo Encuentro de la Liga árabe en Túnez, el pasado 2 de abril, el presidente de la república, Michel Aoun, denunció la decisión de Washington, afirmando que ésta amenazaba “la soberanía de un país hermano y al mismo tiempo la del Estado libanés”.
Los refugiados sirios
A la luz del reciente viaje del jefe de Estado a Rusia y del comunicado publicado al final de su encuentro con el presidente Vladimir Putin, la Asamblea de los obispos afirmó una vez más que “la resolución de la crisis de los refugiados sirios en un sentido conforme a la Constitución es un interés superior del Líbano”. “Nosotros esperamos se realice un consentimiento político local e internacional para preservar la dignidad humana de los refugiados sirios, que implica su derecho a volver a su tierra y a su patria, sin que este retorno esté ligado a un marco regulatorio político en Siria”.
El Líbano acoge a más de un millón de refugiados sirios y la cuestión de su retorno crea polémicas sobre la escena política libanesa. Algunos responsables rechazan organizar el retorno de estos refugiados hacia Siria, estimando que el país, casi completamente reconquistado por las fuerzas del régimen, ya es “seguro”. Otros reafirman su punto de vista sobre aquel de la comunidad internacional y piden un marco político en relación al conflicto antes de asegurar el retorno.
La legalización de la marihuana
En el plano interno, la Asamblea de los obispos maronitas puso en guardia contra cualquier ley que legalice el cultivo de la marihuana para fines terapéuticos, que sería tomada demasiado rápidamente, “antes de que haya organismos competentes capaces de supervisar este cultivo, aplicar la ley y reprimir la violación”. “Sería excesivamente lamentable -dice el comunicado- que por consideraciones de ganancia… nosotros destruyamos nuestra sociedad, en particular a nuestro jóvenes”.
"En nombre de la transparencia”, la Asamblea luego puso en guardia sobre una luchaa contra la corrupción que sería selectiva y afectaría “a pequeños culpables”, salvando a otros.
Al final, ésta reclamó “un plan exhaustivo de rescate de la naturaleza libanesa y de los recursos amenazados”, citando el peligro de una degradación del ambiente que haría “al país invivible” y lo clasificaría entre los países más contaminados del planeta. “La seguridad ambiental -dijo la Asamblea- es parte integrante de la seguridad nacional”.