Beijing, la otra cara de la Asamblea Nacional Popular: un ‘desastre para el pueblo chino’

Para Teng Biao, abogado por los derechos humanos, la reunión da lugar a episodios de violencia contra disidentes y activistas: al menos un millar ha quedado bajo arresto domiciliario o ha desaparecido en manos de la policía. Un millón de miembros de las fuerzas del orden, desplegado para controlar y mantener a los delegados separados de la población. La diputada que por décadas ha votado todo lo que Partido proponía: a favor (y más tarde, en contra) del Gran salto adelante; a favor (y posteriormente, en contra) de la Revolución cultural, las reformas, Deng Xiaoping: es la operación de “levantar la mano en modo automático”.


Beijing (AsiaNews) – La Asamblea Nacional Popular y la Conferencia Política Consultiva del Pueblo Chino, la llamada “lianghui”, se han convertido en un “desastre total para los derechos humanos del pueblo chino”. Es lo que afirma Teng Biao, el abogado chino por los derechos humanos, que actualmente vive en los Estados Unidos. En China, Teng muchas veces ha combatido en favor de la libertad de los disidentes y por una transformación democrática de la constitución, padeciendo incluso en prisión a raíz de ello.  

En su largo artículo publicado ayer por “China Change”, Teng muestra que antes, durante y después de las grandes asambleas que se están llevando a cabo en Beijing, “miles” de disidentes, personas que impulsan peticiones y abogados por los derechos humanos han “desaparecido” o quedaron abajo “arresto domiciliario”. El “desastre” es también económico, ya que para controlar a todos y evitar que los delegados que se encuentran en Beijing puedan ser ubicados por la gente, se pone en acto un sistema de seguridad gigantesco, con los instrumentos más sofisticados de tecnología de punta.

“¿Qué parlamento nacional necesita de la protección de más de un millón de personas sumando ejército, policía, seguridad pública, seguridad nacional y personal de seguridad civil?” –se pregunta Teng Biao. “¿Quién convoca a un encuentro con semejante temor, como si caminase sobre una delgada capa de hielo, movilizando tantos recursos públicos? Esto demuestra que en verdad, la ANP es un instrumento para aislarse y oponerse al pueblo”.

Otro punto tocado por Teng es la falta de una verdadera representatividad de los delegados, que son elegidos por el Partido, y que mientras están en la asamblea deben “levantar la mano en modo automático” (para aprobar las leyes ya predispuestas) y aplaudir a los líderes. Y cita como ejemplo a Shen Jilan, que a sus 89 años, y desde que tenía 18, fue electa 13 veces como diputada de la ANP. La mujer apoyó el Gran Salto adelante, la Comuna popular y la Revolución Cultural. Estuvo a favor de la lucha contra Liu Shaoqi, y estuvo de acuerdo en combatir a Deng Xiaoping. Posteriormente, aprobó la denuncia contra el Gran Salto adelante y la Comuna del pueblo, estuvo de acuerdo en denunciar las reformas y aprobó la rehabilitación de Liu y Deng. “Ella –comenta Teng- alzó la mano a favor de todas estas posiciones contradictorias, jugando sobre seguro, por décadas”.

Por último, Teng Biao cuenta que muchos, o quizás todos aquellos que han intentado presentarse de manera independiente –lo cual no está prohibido por el Partido- han sido arrestados, apaleados y constreñidos a retirarse. Y aquellos que, llegado un punto, se negaron a votar por delegados que ya estaban cooptados por el Partido, fueron arrestados. Entre ellos, el mismo Teng Biao.