Bangladés en la ONU: Ya no podemos sostener el peso de los Rohinyás

En los campos de refugiados situados en la frontera con Myanmar se encuentran hacinadas cerca de 740.000 personas. Su repatriación debiera hacerse en condiciones seguras. La enviada especial de la ONU da testimonio de que “hay progresos lentos” por parte de Naipyidó.  


Daca (AsiaNews/Agencias) – Bangladés “ya no puede soportar el peso de acoger a los refugiados Rohinyás”. Es lo que dijo ayer Shahidul Haque, el secretario de Defensa de Daca, al dirigirse al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Él afirmó que la crisis de los refugiados musulmanes que huyeron del Estado birmano de Rakhine ha ido “de mal en peor”. Es por ello que pide al Consejo tomar una posición resuelta sobre la cuestión de la repatriación de los desplazados. Por su parte, el embajador de Myanmar,  Hau Do Suan, solicitó tener mayor paciencia.

Al estallar la violencia entre el ejército birmano y los militantes del Arakan Rohingya Salvation Army (ARSA) en agosto de 2017, cerca de 740.000 musulmanes de etnia Rohinyá cruzaron la frontera y se instalaron en Bangladés. El retorno voluntario de los primeros 2.260 refugiados estaba previsto para el 15 de noviembre pasado. Sin embargo, nadie se mostró dispuesto a volver sobre sus pasos, hasta tanto Naipyidó no les garantice “seguridad y [les otorgue] derechos de ciudadanía”.

El secretario Haque dijo: “Lamento decir que Bangladés ya no está en grado de alojar más personas de Myanmar”. Luego, preguntó: “¿Por qué Bangladés está pagando el precio por haber respondido diligentemente y por preocuparse por la minoría perseguida en un país limítrofe?”

Christine Schraner Burgener, designada como enviada especial de las Naciones Unidas en Myanmar desde abril de 2018, ha resaltado que las agencias de la ONU están proporcionado una ayuda que resulta “insuficiente” para preparar la repatriación de las personas que huyeron. Tras cinco viajes oficiales en los que visitó el suelo birmano, la enviada da testimonio de “lentos progresos” en lo que atañe a preparar el retorno de miles de Rohinyás. Las elecciones del próximo año podrían empeorar la crisis todavía más.