“Se busca verdugo en Sri Lanka”, para ahorcar a los narcotraficantes

El perfil ideal para ser candidato a verdugo: varón, de 18 a 45 años de edad, de alta moralidad y fuerza mental. Las ejecuciones capitales para los traficantes de droga reiniciarán dentro de 2 meses. En las cárceles de la isla hay 1.300 condenados a muerte, pero sólo 48 sentencias están relacionadas con el despacho.

 


Colombo (AsiaNews/Agencias) – Sri Lanka busca verdugo para ahorcar a los condenados a muerte: es el anuncio que se lee en los periódicos de la isla después que el presidente Maithripala Sirisena decidió reiniciar las ejecuciones- suspendidas desde hace 43 años- sólo para los traficantes de estupefacientes. La búsqueda de candidatos “ideales” deberá realizarse más bien rápidamente, dado que los ahorcamientos- así garantizó el presidente- reiniciarán dentro de 2 meses.

En los periódicos se lee que el sistema penitenciario está buscando de dos ejecutores, después que el último verdugo de la isla se jubiló en 2014. Sin jamás haber ahorcado a ninguno, él se retiró del trabajo aduciendo que la vista de la horca le provocaba disturbios traumáticos de estrés.

Según el Daily News, que publica el anuncio en las páginas de los clasificados, el sueldo mensual del nuevo empleado estatal será de 36.310 rupias (180 euros). El perfil ideal del candidato debe respetar los siguientes requisitos: varón, entre los 18 y los 45 años, con “excelente índole moral” y “fuerza mental”.  Thushara Upuldeniya, responsable de las cárceles del país, hace saber que los coloquios se realizarán el mes próximo.

En 1976 en Sri Lanka entró en vigor una moratoria sobre la pena de muerte. Desde aquel año fueron condenadas a la pena capital 1.299 personas. El ahorcamiento está previsto por diversos crímenes, como el tráfico de estupefacientes, el homicidio y las violaciones. Pero, hasta ahora las sentencias estuvieron suspendidos y los condenados permanecieron en las cárceles. Entre éstos, sólo 48 son culpables de crímenes relacionados con el despacho; unos 30 han pedido la revisión de la sentencia.

La elección de Sirisena, por su propia admisión, fue madurada después de una visita a Filipinas el pasado enero, donde se encontró con Rodrigo Duterte. El presidente filipino es un “ejemplo” de una feroz guerra a la droga que hasta ahora provocó la muerte de unos 5 mil muertos oficiales.