Marido y mujer, autores del atentado en la catedral de Jolo. Arrojaron bombas en una mezquita

El presidente Duterte recorre lo últimos instantes de vida de la pareja. Los medios locales barajan la hipótesis de que antes del atentado, ambos fueron vistos en un campo de adiestramiento para terroristas. El silencio de la población dificulta las investigaciones y la administración evalúa fijar recompensas. En Zamboanga, sujetos desconocidos lanzaron granadas dentro de una mezquita: hay dos muertos y cuatro heridos. 


Manila (AsiaNews/Agencias) – El doble atentado con bombas, que el 27 de enero pasado azotó la Catedral de Nuestra Señora del Monte Carmelo, en Jolo (Sulu) fue perpetrado por una pareja de cónyuges. Es lo que revela el presidente filipino Rodrigo Duterte, agregando que “no hay dudas” sobre el hecho de que detrás de las explosiones están los terroristas de Abu Sayyaf, un grupo armado que ha jurado fidelidad al Estado Islámico (EI). En tanto, la muerte de una niña, Chienly Camille Tabas Rubio, de 14 años, que se encontraba hospitalizada, lleva a 21 el número de personas fallecidas en el atentado yihadista; entre ellas hay varios cuerpos que aún no han podido ser identificados. Los heridos son 112, y 54 de ellos necesitan asistencia médica continua.

En las últimas horas, otro episodio arriesga exacerbar la situación en Mindanao. En las primeras horas de hoy, unos sujetos desconocidos lanzaron granadas hacia el interior de una mezquita de Kamahaldikaan, en Zamboanga City, matando a dos personas e hiriendo a otras cuatro. El Cnel. Gerry Besana, vocero del ejército, declara que se están llevando a cabo las primeras investigaciones para establecer si la acción está conectada con el atentado del 27 de enero.

Hace dos días, el presidente filipino estuvo en el lugar de la tragedia (fotos) y visitó a los heridos en el hospital. Citando fuentes de inteligencia, ayer, Duterte recorrió los últimos instantes de la vida de los dos terroristas, confirmando oficialmente por primera vez que cometieron un acto suicida. La mujer, que llevaba una cruz llamativa en su cuello, entró a la iglesia en medio de la celebración de las 8 de la mañana y detonó el artefacto explosivo improvisado (LED) que llevaba consigo. Siendo de sexo femenino, la terrorista “no generó sospechas” entre el personal de seguridad, declaró el presidente. En cambio, el marido permaneció fuera de la catedral, cerca del ingreso. En el exterior de la iglesia, los policías y militares que acudieron al lugar luego de la primera explosión, no revisaron al sujeto, permitiéndole detonar el segundo artefacto.

Duterte declara que los terroristas “podrían ser extranjeros (quizás, indonesios), pero que “los informes de las fuerzas de seguridad no concuerdan” en lo que respecta a su nacionalidad.  Los medios locales avanzan sobre la hipótesis de que la pareja fue vista en un campo de adiestramiento de Abu Sayyaf cuatro días antes del atentado.  El presidente afirma que “es cierto que ya hace dos años que hay terroristas extranjeros adiestrándose en Jolo”, histórico bastión islamista en la zona de la isla de Mindanao. Por ello, se ha enviado un batallón entero de soldados hasta el lugar.

Delfín Lorenzana, secretario de Defensa de Manila, revela que Duterte ha ordenado a los militares y a la policía aniquilar “con cualquier medio” a los militantes de Abu Sayyaf. El ministro agrega que el presidente está pensando en fijar una recompensa por los cómplices de la pareja terrorista, “Esperamos –afirma Lorenzana- lograr convencer a las personas del lugar para que colaboren con nosotros a fin de identificar a estas personas. Es difícil rastrearlas porque es tanto o más difícil obtener información privilegiada. La gente del lugar no habla con personas que no les resulten familiares”.