Bangkok, joven saudita atrincherada en un hotel: quiere ir a Australia para ser libre

Rahaf Mohammed al-Qunun envía actualizaciones en tiempo real. En caso de volver a Arabia Saudita, la joven teme ser asesinada. Las autoridades quisieran repatriarla, entregándola a los parientes en Kuwait. Para el gobierno no es una refugiada y violó las leyes sobre la inmigración. Una cuestión análoga a la de Dina Ali Lasloom, de 24 años.

 


Bangkok (AsiaNews/Agencias)- “Mis hermanos, mi familia y la embajada saudita me esperan en Kuwait” y “quieren matarme”. “MI vida está en peligro”. “Mis parientes amenazan con matarme por motivos más triviales”. Es el desesperado pedido lanzado por la joven saudita, de 18 años, Rahaf Mohammed al-Qunun, que desde hace dos días está atrincherada en una habitación del hotel del aeropuerto internacional de Bangkok, que pide encontrarse con representantes del organismo de la ONU para los refugiados.

A través de su propio perfil twitter, usado por una amiga que narra en directo el evolucionar de la situación, la joven lucha contra la mano dura de las autoridades tailandesas y saudita, pide dejar el país y poder alcanzar- con un billete regular, Australia. Riad querría embarcarla en el primer vuelo hacia Kuwait, donde la esperarían los familiares. Y un futuro incierto le esperaría, en el cual estaría en peligro su propia vida.

La cuestión de Rahaf recuerda aquella de Dina Ali Lasloom, de 24 años, que en abril de 2017 quería ir a Australia para crearse una nueva vida. Bloqueada durante el vuelo de enlace en Filipinas, fue repatriada bajo indicaciones de las autoridades de Manila. En un último mensaje, transmitido gracias a un celular canadiense, la mujer saudita dijo que estaba en peligro y que los parientes la iban a asesinar. Después de volver a Arabia Saudita, hace más de un año y medio, no se tienen sobre ella más noticias.

La historia de Dina confirma todos los temores por la suerte de la joven de 18 años encerrada en una habitación de hotel en Bangkok, esperando desesperadamente un contacto con algún funcionario de las Naciones Unidas. Según un abogado tailandés, el tribunal habría rechazado esta mañana un recurso urgente presentado para bloquear la extradición y por el gobierno local no habrían obstáculos de suerte a su retorno al reino saudita.

Fuentes locales afirman que Tailandia habr&ia permitido el trabajo de algunos emisarios sauditas que interceptaron a la joven y le impidieron embarcarse en un vuelo hacia Australia. Seca la réplica de Bangkok, que desmiente las acusaciones de violaciones de los derechos humanos y habla de genéricas “irregularidades” referidas a las visas de ingreso. Tesis desmentida por la muchacha, que en uno de sus mensajes enviados en estas horas por medio de twitter precisa que no habría querido jamás entrar al país del sudeste asiático y que la meta final es la tierra de los canguros, donde espera rehacer su propia vida. Para el jefe de la policía tailandesa, Surachate Hakparn se trata de “cuestiones familiares” porque la joven querría escapar de un matrimonio (arreglado).“He compartido mi historia y mis fotos en las redes sociales- cuenta Rahaf Mohammed al-Qunun - y mi padre se enojó...En mi país no puedo estudiar, ni trabajar. Yo quiero ser libre, estudiar y tener el trabajo que deseo”. Ahora, agrega, “no tengo nada más que perder” y quiere que el mundo conozca su caso.

En Arabia Saudita las mujeres están aún sometidas a la tutela masculina, son reprimidas por su activismo y a poco sirven las tan promocionadas “reformas” del príncipe heredero Mohammad bin Salamn, entre las cuales la finalización de la prohibición de conducir. Mientras tanto las autoridades tailandesas estarían impidiendo a los funcionarios de la Onu en Bangkok poder encontrarse con la joven. Interpelado sobre la cuestión Phil Robertson, vice-director de Asia de Human Rights Watch (HRW) afirma que “queda poco tiempo y está en grave peligro”.