Sor Marie, el recuerdo de Mons. Claverie, obispo mártir en Argelia
de Fady Noun

Sor Marie Melhem, de 81 años, participó personalmente en la ceremonia de beatificación de Mons. Pierre Claverie. El obispo de Orán había realizado diversas vistas al país de los cedros. El encuentro con las religiosas y el modelo de convivencia islamo-cristiana. El dolor por la participación de los cristianos en la masacre de Sabra y Chatila.

 


Beirut (AsiaNews) - El Líbano se unió en la misa de beatificación de los 19 mártires de Argelia, celebrada el 8 de diciembre pasado en Orán (Argelia), por lo ligámenes estrechos que se habían creado con uno de ellos, el obispo de Orán, Pierre Claverie y la congregación libanesa de los Sagrados Corazones en los años 90. Única religiosa aún viva y testigo de aquella época, sor Marie Melhem-una de las profesoras de árabe en Argel del obispo asesinado- está entre cuántas se unieron personalmente en la oración durante la ceremonia eucarística.

La vida de este obispo que sor Marie Melhem, de 81 años, describe como “un hombre totalmente devoto por los otros, inteligente, con un corazón de niño y humilde como el pan de mesa”, va contada brevemente, si queremos conocer las circunstancias que lo llevaron a conocer a las religiosas libanesas. Nació en 1938 en el barrio popular de Bad-el-Oued en Argel, Pierre Claverie proviene de una familia de pies negros, como son definidos todavía hoy los “franceses de Argelia”.

Durante sus estudios en Francia, él descubre que la presencia francesa en Argelia “no es unánime” y que ésta creció en el contexto de la “burbuja colonial” que envolvió gran parte de su país. Ya cerca de la edad adulta, él elige la vida religiosa y se une a la orden dominica. Y es desde allá que asiste a los últimos años de la guerra de independencia de Argelia y conscientemente decide volver a Argelia en 1967, para acompañar a aquella que considera- no obstante todo- su patria.

Él aprende el árabe y se convierte en un gran conocedor del islam, antes de ser nombrado obispo de Orán en 1981. Pero a partir de 1992, cuando estalla la guerra civil en Argelia desencadenada por los extremistas islámicos, en circunstancias que sería demasiado largo evocar, la Iglesia católica argelina, compuesta en gran parte por trabajadores voluntarios y extranjeros, es objeto de amenazas.

En Europa le aconsejan varias veces que deje el país. Pero Pierre Claverie se opone con firmeza a tal idea; aún no habiendo podido jamás obtener la ciudadanía argelina, él se siente a todos los efectos como un miembro del país y rechaza abandonar a un pueblo al cual se considera como ligado por un doble hilo. El 26 de mayo de 1996 sucede el asesinato de los monjes de Tibhirine.

Pierre Claverie sabe bien que él mismo está bajo amenaza. El 1 de agosto de 1996 sus presentimientos se hacen realidad: él es asesinado junto a su amigo y chofer Mohamed Bouchikhi:: una bomba destruye la entrada del obispado en el momento en el cual estaba entrando, poco antes de medianoche.

¡Religiosos árabes y cristianos!

A su vuelta a Argelia, él establece estrechos vínculos con el Líbano y con la religiosas de los Sagrados Corazones (de Jesús y María) con el pretexto de aprender árabe. En aquella época, esta congregación fundada en Bickfaya (Metn-Líbano), a mitad del siglo 19 por los jesuitas, poseía 3 casas en Argel, Orán y Constantine. Para Pierre Claverie, que está por inscribirse en una pasantía de verano de lengua árabe, será una especie de amor “a primera vista”, como lo refiere su biógrafo Jean Jacques Pérennès.  

“Son bastantes sorprendentes - cuenta Pierre Claverie en una carta de julio de 1967- en su vestir. En ropa civil y bastante elegante, ¡se los aseguro! Ellas están animadas por un espíritu misionero sorprendente. Son recibidas por los árabes con una admiración sin confines; son recibidas por árabes, cristianos, religiosos y se sientan con ellos… No existe ningún proselitismo en su modo de obrar, sino caracterizado por un amor y un espíritu de servicio desinteresado hacia las personas junto a las cuales son enviadas”.

Fuertes lazos los qur}e se crearon con las religiosas de los Sagrados Corazones., Pierre Claverie efectuará diversas visitas a Líbano guiará retiros espirituales en Bickfaya, Aïnab y con los dominicos de Araya. Él aprenderá a amar “la fe de las almas simples” que son la riqueza y el tesoro del Líbano. Y dormirá varias veces en Knat (en el norte del Líbano), en la casa de la familia de sor Marie Melhem, y beberá en la fuente las razones de su “golpe de rayo” para el modelo de las relaciones interreligiosos que él pudo experimentar en el país de los cedros.

Lamentablemente y trágicamente, se encontrará en Líbano en 1982, en la época de la invasión israelí. Testigo indirecto y horrorizado por la masacre de Sabra y Chatila (de septiembre de 1982), él se “disgustará”- puntualiza sor Marie Melhem- llegar a saber que habían tomado parte también las milicias cristianas. Esta será su última estadía en Líbano. Ella misma y las religiosas que lo han conocido habrían derramado “todas las lágrimas de sus cuerpos” cuando supieron sobre su asesinato.