Patriarca maronita: un ‘gobierno neutral de emergencia’, para superar egoísmos y divisiones

El Card. Raï hace un llamado al presidente y a las fuerzas políticas para “comenzar a construir” el proceso de “unidad nacional”. Es necesario “acelerar los tiempos” para que surja un Ejecutivo. Nadie “tiene derecho a sentirse excluido”. Sobre la crisis económica se siente el peso de una deuda pública que supera los 80 millardos.  


Beirut (AsiaNews/Agencias) - “Un gobierno neutral de emergencia” al cual compete la tarea de “comenzar a reconstruir” el proceso de “unidad nacional”. Es aquello invocado ayer por el patriarca maronita, el Card. Beshara Raï, durante la misa dominical celebrada en el marco de una visita pastoral en el norte de la capital, Beirut. “Invitamos al presidente [Michel Aoun] y al premier [Saad Hariri], a acelerar la formación del Ejecutivo” y digámosles que es inaceptable seguir postergando los tiempos.  

En mayo pasado, el presidente Aoun confió al Primer Ministro saliente Hariri la tarea de formar el nuevo gobierno. Sin embargo, sus esfuerzos encontraron oposiciones internas  y resistencias de más de un frente político interno.

El 3 de septiembre, el premier entregó al jefe de Estado una lista de ministros; en cuestión de horas llegó la respuesta de la oficina de Aoun, que en un comunicado planteó “sorpresa y observaciones” fundadas sobre “principios y criterios” vinculados a la “estructura” del gobierno y a los “intereses” del país.

Durante el fin de semana, el mismo Hariri renovó la esperanza de suavizar divergencias y oficializar el nuevo equipo de gobierno. “Creo que todos los partidos políticos – subrayó – pueden ponerse al frente de los desafíos que debemos afrontar desde el punto de vista económico, ambiental, en materia de seguridad y a nivel regional”. El mayor desafío, agregó, es el económico, ya que sobre el país pesa una deuda pública que es superior a 80 millardos.

En este contexto tan crítico, alzó la voz el responsable de la Iglesia maronita, que solicita reanudar los esfuerzos en común en pos de un desarrollo del Líbano y de sus ciudadanos. “No hay ninguna justificación – declaró el prelado desde la región de Iqlim al-Kharroub – para el fracaso en la formación [del Ejecutivo]” y en razón de ello deben superarse divisiones, intereses personales y egoísmos. Nadie tiene “derecho” a “abstenerse” cuando se trata de contribuir a la formación del gobierno y de la nación libanesa – concluyó el Card.  Raï – sobre la cual pesan juegos de poder y luchas internas centradas en cupos y sillones.