En Yeda, arrestan a un migrante egipcio por almorzar con una mujer

El hombre habría tenido un comportamiento “indecente” y contrario a la moral. La mujer también terminó en la mira, porque habría dejado que su colega le diera de comer en la boca. La web se divide entre los que culpabilizan y los que exoneran: algunos afirman que la medida es demasiado severa. Otros invocan castigos ejemplares para ambos. 


Yeda (AsiaNews/Agencias) – Las autoridades sauditas arrestaron a un trabajador migrante egipcio por comportamiento “indecente” y contrario a la moral musulmana: el hombre terminó en la mira de la policía por haber almorzado en un hotel de la gobernación de Yeda (en la foto) en compañía de una colega mujer.

Según la magistratura saudita, el “sospechoso” aparece en un video que circuló en la web, donde se lo muestra “en una comida” con una mujer saudita que tiene el rostro totalmente cubierto por el velo, como marca la tradición. Él deberá responder por varias acusaciones, entre ellas, por “trabajar en un sector” que está reservado a los ciudadanos sauditas.

El Ministerio de Trabajo y Desarrollo Social saudita informó que el arrestado es de fe bahaí [bahaísmo, religión abrahámica monoteísta, nacida en Irán, ndr] y que será procesado en el tribunal. Un vocero del ministro Khalid Abal Khail agrega, por otra parte, que también será incriminado el director del hotel, por no hacer respetar “lo que marca la ley en lo que respecta al empleo femenino”.

Detrás del arresto está el hecho de que el almuerzo entre los dos colegas quedó inmortalizado en un video registrado por el mismo inmigrante, que fue difundido en la web y se volvió viral rápidamente. En pocas horas, el hashtag “hombre egipcio que almuerza con mujer saudita” recibió más de 55.000 tuits y se convirtió en materia de discusión entre los usuarios.

Lo que alimentó la polémica fue el hecho de que, durante la comida, la mujer vistiendo un niqab se dejara “dar de comer en la boca” por el colega. Y, como siempre sucede en estos casos, el mundo de la web se dividió entre los que culpabilizan y los que exoneran: para algunos, el arresto constituye una medida demasiado severa; otros invocan sanciones durísimas no sólo contra el trabajador migrante egipcio, sino también para la mujer, por haber accedido a almorzar junto a un hombre.

En los últimos meses, el reino saudita -una monarquía absoluta sunita regida por una visión wahabita y fundamentalista del islam- ha introducido una serie de reformas, en el marco del programa “Visión 2030” bajo la directiva de Mohammad bin Salman (MBS). Uno de los objetivos es favorecer la ocupación femenina. El cambio no sólo afecta el mundo del trabajo: desde el 24 de junio pasado, quedó sin efecto la decenal prohibición de conducir que regía para las mujeres, y el estadio de la capital se abrió a las representantes del sexo femenino, que han podido asistir a las celebraciones de fechas patrias y a partidas de fútbol.  Sin embargo, aún sigue habiendo duras limitaciones, y prosigue la práctica de silenciar las voces de cuantos reclamen mayores derechos y libertades dentro de la sociedad. En particular, en el último período, se han registrado decenas de arrestos y procesos contra personas –también mujeres- por presuntos “lazos” con “entes extranjeros” o por brindar respaldo financiero a “enemigos extranjeros”.