Colapsa una represa en Laos: La ola de la crecida se abate sobre Camboya

Las evacuaciones en curso en la provincia de Stung Treng, en la frontera con Laos. Continúan los esfuerzos de los equipos de socorro. Las muertes ciertas son 27; 131 los desaparecidos. Mensaje de condolencias del arzobispo de Seúl y realiza una contribución de 43 mil euros para los afectados.


Vientián (AsiaNews/Agencias) –Miles de camboyanos que viven a lo largo de las orillas del río Sekong en estas horas están siendo evacuadas por las autoridades de Phnom Pehn, mientras que el río de agua causado por el derrumbe de un dique se precipita río abajo. Los militares asisten a los habitantes de los pueblos de la provincia nord-oriental de Stung Treng, transportándolos en barcas de madera hacia terrenos más altos. Artículos de primera necesidad son distribuidos a cuantos ya han encontrado refugio en tierra firme. “El nivel de las aguas sigue en aumento, por lo tanto continuaremos evacuando a otras personas”, declara el vocero de Men Kong.

En la remota provincia laosiana de Attapeu, los socorredores están trabajando en un carrera contra el tiempo y las fuertes lluvias, en el intento de salvar a las víctimas de la inundación provocada por el derrumbe parcial del dique de Xe- Pian Xe-Nanmoy. Los medios estatales confirmaron ayer la muerte de 27 personas, mientras que los desaparecidos son 131. Más de 3 mil habitantes de los pueblos vecinos al establecimiento hidroeléctrico esperan a los equipos de salvataje, permaneciendo arriba de los techos de sus casas sumergidas. Unos 2800 ya fueron llevados a salvo. Los sin techo son más de 6.000.

Expertos provenientes de China, Vietnam y Tailandia se unieron a los soldados laosianos y a los voluntarios locales en las operaciones de búsqueda y socorro. Ayer por la tarde, un avión militar de Singapur aterrizó en el país para entregar artículos de primera necesidad por un valor de 176 mil euros. En el mismo día, una escuadra de la Cruz roja internacional (SRC) llegó al epicentro del desastre. Desde la ciudad – Estado está previsto para hoy la llegada de un segundo avión, que transporta 11 grandes tiendas modulares.

Así como el gobierno, también la Iglesia de Corea del Sur apoya los esfuerzos de los equipos de rescate. El arzobispo de Seúl, el Card. Andrew Soo-jung Yeom, envió esta mañana un mensaje de condolencia a las víctimas de la tragedia a través de vicariato apostólico de Paksé, que comprende la provincia de Attapeu. El p. Tito Banchong Thopanhong, administrador apostólico de Luang Prabang, declara a AsiaNews que los católicos en todo el vicariato son 15 mil (poco más del 1% de la población) y en Attapeu “son realmente poquísimos”.

En su mensaje, el Card. Yeom expresa su “profunda tristeza por la pérdida de vidas humanas y las heridas” y ruega por el “eterno descanso de los difuntos y la consolación de Dios para cuántos sufren la pérdida de familiares y amigos”. El Card. Yeom ofreció también una contribución de 43 mil euros al delegado en Laos, Mons. Paul In-Nam Tschang.

La portada del desastre es aún poco clara, en un país cuyas autoridades comunistas ejercitan un estrecho control sobre la información y no les agrada la atención de los medios. Mientras las aguas se retiran, los habitantes de los pueblos comienzan a volver hacia lo que queda de sus casas, en la esperanza de recuperar algunos efectos personales. Ayer algunos de los evacuados volvieron a Hoy Kong, pasando entre carretas y trocos que fueron arrastrados por el agua a los bordes de las calles. Casi todas las habitaciones están destruidas y el desastre que se abatió también sobre el ganado: como en el vecino pueblo de Khokong, numerosas reses muertas, emergen en el fango.