Manila, la expulsión d Patricia Fox es ‘una amenaza para quienes critiquen a Duterte’

La misionera australiana de 71 años está en la “lista negra” de personas non gratas del país. Las autoridades acusan a la religiosa de “haber participado en manifestaciones contra el gobierno” en las ciudades de Davao y Tagum, violando los términos de su visa. El caso se abrió en abril pasado, luego de una investigación realizada a pedido del presidente.


Manila (AsiaNews)- La expulsión de sor Patricia Fox (Foto) del país representa “una amenaza, que ni siquiera es velada, hacia cualquiera que se atreva a criticar al presidente Duterte”. Es cuanto declara a AsiaNews una fuente católica que prefiere mantenerse en el anonimato por motivos de seguridad. “La decisión no nos sorprende, esto era sólo cuestión de tiempo. La decisión ya había sido tomada cuando el presidente dijo públicamente que esta religiosa debía irse. Ahora, lo que queda claro es que no se puede criticar a Duterte”.

El gobierno de Filipinas ordenó la expulsión de la misionera australiana de 71 años, colocándola en la “lista negra” de aquellas personas que no son bienvenidas en el país. Las autoridades acusan a la religiosa de “haber participado en manifestaciones contra el gobierno” en las ciudades de Davao y Tagum, violando los términos de su visa como misionera.

En una resolución emitida ayer, la Oficina de inmigraciones (BI) decretó la deportación de la religiosa a Australia, “excluyendo su vuelta”. Según la BI, permitir a sor Fox participar en actividades políticas dejaría asentado un precedente “para que otros extranjeros puedan criticar al gobierno, plegándose a las reuniones, perturbando la paz y el orden público”.

La religiosa vivía en el país desde hacía 27 años y desarrolló su obra entre los agricultores y las poblaciones indígenas. Recientemente la religiosa participó de una misión internacional de investigación y solidaridad que buscaba obtener información de las presuntas violaciones de los derechos contra los campesinos y los tribales Lumad, en la isla meridional de Mindanao.

Luego de la investigación realizada a pedido del presidente filipino Rodrigo Duterte, el 23 de abril, la Oficina de inmigraciones (BI) de Manila comunicó a la religiosa que debía dejar el país dentro de los 30 días. En la semana previa a ello, la religiosa fue arrestada para luego ser liberada un día después. Hace un mes, el Departamento de Justicia (DOJ) aceptó el recurso de apelación de Fox, y dispuso la suspensión temporal de la medida adoptada por la BI: la confiscación de la visa por presunta participación en "actividades políticas" no tenía "ningún sustento legal" y el procedimiento de deportación requiere de "investigaciones" adicionales.