Rouhani: Trump libra una guerra psicológica. Hay que salvar el acuerdo en materia nuclear

El líder iraní acusa a Washington de no respetar los pactos, y busca un entendimiento con la UE, Rusia y China. Pero parece debilitado en el frente interno. Israel y las naciones árabes aplauden y apoyan la decisión de la Casa Blanca. Turquía se muestra crítica, por el temor a nuevos conflictos. Bolton amenaza a las empresas europeas: dejen de comerciar con Teherán.


Teherán (AsiaNews) - “Esta es una guerra psicológica, y no permitiremos que Trump la gane […] además, estoy feliz de que ese ser fastidioso haya dejado el Barjam [acrónimo iraní para el JCPOA]”. Es cuanto fue afirmado hoy por el presidente iraní Hassan Rouhani, al comentar la decisión del presidente de los EEUU, Donald Trump, de poner fin al acuerdo en materia nuclear iraní (el JCPOA), suscripto en 2015 durante el mandato de su predecesor, Barack Obama. En tanto, mientras los líderes europeos mueven los resortes diplomáticos para salvar el acuerdo, en el frente árabe e israelí se aplaude la decisión de la Casa Blanca, en un intento de aislar más aún a Teherán sobre el tablero medio-oriental.

Apenas se concluyó el discurso de Trump, llegó la réplica del presidente de Irán, Rouhani, quien subrayó que “el anuncio de hoy es la clara demostración de su comportamiento de los últimos meses”. Los Estados Unidos, agregó, jamás han respetado el JCPOA, el cual sin embargo gozaba “del pleno apoyo de las Naciones Unidas” y se han limitado a colocar una firma, haciendo alguna que otra declaración”.

Luego, Rouhani recordó que el único aliado estrecho de Washington es Israel, que él define como “el mismo régimen que asesinó a nuestros científicos nucleares”. “A partir de hoy, y en adelante –concluyó el presidente- el acuerdo involucra a Irán y a cinco naciones […] y aguardemos a ver cómo reaccionarán los otros. Si llegamos a la conclusión de que cooperando con los otros cinco países podemos obtener resultados positivos, a pesar de la oposición de israelíes y americanos, el Barjam puede sobrevivir”

Sin embargo, el mismo Rouhani parece salir cada vez más debilitado de la decisión de los Estados Unidos, puesto que se ven reforzadas la posiciones de halcones y conservadores dentro del país, que siempre han sido críticos en relación al acuerdo. Entre ellos figura el presidente del Parlamento, Ali Larijani, quien se refirió a la decisión americana definiéndola como una “bravuconada”, y agregó que los EEUU recibirán una respuesta “adecuada”. Concluyó su declaración afirmando que la Unión Europea, Rusia y China tienen el “deber” de “salvar el acuerdo”, si bien el ala extremista iraní parece volcarse cada vez más a una respuesta de tipo militar, algo que terminaría en una escalada de tensión.

 

En una posición diametralmente opuesta, los aliados históricos de Washington en la región, entre ellos Israel, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, aplauden la decisión tomada. El Primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha confirmado el “pleno apoyo” a Trump, que ha demostrado coraje al cancelar un acuerdo “desastroso”. “El pacto, de haber seguido vigente,  –concluyó el líder de la única nación medio-oriental que posee armamento atómico- en pocos años, habría permitido a Irán enriquecer uranio y producir bombas nucleares”.  

La cúpula de gobierno de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en un comunicado que fue difundido para apoyar la decisión de la Casa Blanca, manifestó el deseo de un Oriente Medio “libre de armas nucleares y de otras armas de destrucción masiva”. El ministro de Relaciones Exteriores Anwar Gargash agregó que la “retórica de Irán y sus acciones agresivas en la región han brindado el marco para un acuerdo imperfecto” y las “políticas belicosas” de Teherán contradicen las declaraciones en el plano diplomático.

A menos de una hora de finalizado el discurso de Trump, llegó un comunicado oficial del gobierno de Arabia Saudita, en el cual se comunica que “reciben con agrado” y “apoyan” la medida. En el pasado, la decisión de “sostener el acuerdo nuclear entre Irán y los países del 5+1” prosigue Riad, estuvo basada “en la firme convicción de que debía hacerse todo lo posible para evitar la proliferación de armas de destrucción masiva en Oriente Medio y en el mundo”. Sin embargo, según los sauditas, Teherán ha proseguido con sus actividades “desestabilizadoras”, especialmente a través de “programas de misiles balísticos” lanzados desde Yemen.

La agencia oficial de Bahréin BNA difundió una declaración del ministerio de Relaciones Exteriores, en la cual se afirma que la decisión de los Estados Unidos refleja “el compromiso” de contrastar las políticas iraníes. Un esfuerzo esencial, según la cúpula de Manama, para rechazar los intentos constantes de Irán que apunta a “difundir el terrorismo en la región, violando abiertamente las normas y el derecho internacional”.

En cambio, fue distinta la reacción de Turquía, que no oculta su temor a que se produzcan “nuevos conflictos” luego de la decisión de Trump. Según Ibrahim Kalin, vocero del presidente Recep Tayyip Erdogan, ésta habrá de provocar “inestabilidad y otras guerras”. Por último, él recuerda la “total oposición” de Ankara “a cualquier tipo de arma nuclear”, e informa que el país continuará comerciando con Irán, a pesar de las amenazas lanzadas ayer por los Estados Unidos.

En uno de los pasajes más significativos de su discurso, Trump incluso amenazó con azotar a cualquier nación que continúe comerciando con la República islámica. Y el ministerio del Tesoro estadounidense ha asegurado que las sanciones afectarán a todas las industrias mencionadas en el acuerdo, como es el caso del petróleo, la aviación civil, así como cualquier intento del gobierno de Teherán de adquirir moneda americana.  John Bolton, flamante consejero de Seguridad Nacional, considerado un “halcón”, ha lanzado una amenaza -que ni siquiera fue velada-, dirigida a las empresas europeas: dejen de comerciar con Teherán dentro de los próximos seis meses, o de lo contrario, terminarán atrapados en la red de las sanciones americanas”.  (DS)