Tuguegarao, la arquidiócesis pide celeridad en la investigación del asesinato del p. Ventura

Mons. Sergio Lasam Utleg: “Acabamos de perder a un joven sacerdote, celoso y devoto, a uno que tenía el mismo olor de sus ovejas”. El Pbro. Adalbert Barut: “Lo que más nos hiere es que el padre. Mark haya sido asesinado cuando todavía llevaba su sotana. Es como si el mensaje fuese: ‘Murió porque era cura’.  Un misionero local expresa el temor generalizado por la seguridad de los sacerdotes y de todos los religiosos y religiosas comprometidos en la defensa de los derechos de las minorías tribales y de los trabajadores.


Manila (AsiaNews)- La arquidiócesis de Tuguegarao, en la provincia de Cagayán, hace un pedido a la policía nacional filipina (PNP) para que realice una rápida investigación sobre el asesinato del Pbro. Mark Anthony Ventura (foto), de 37 años y párroco en un suburbio de Gattarán, en la parte septentrional de la isla de Luzon. Mons. Sergio Lasam Utleg, arzobispo de Tuguegarao, reafirma en un comunicado que el comando especial de operaciones creado por la PNP debiera actuar con rapidez sobre el caso del sacerdote, asesinado al finalizar la misa celebrada ayer en un instituto educativo de Peña Weste.

Los primeros informes de la policía dan cuenta de que el cura estaba bendiciendo a los niños y hablando con los integrantes del coro, cuando a las 8.15 horas, un hombre que aún no pudo ser identificado, que llevaba puesto un casco de motociclista, irrumpió por la parte de atrás del gimnasio y le disparó dos veces. El jefe de la PNP,  Oscar Albayalde, informó ayer que el sospechoso huyó hacia la autopista y se dirigió rumbo a Baggao, a bordo de una motocicleta guiada por un cómplice, el cual tampoco fue identificado.

“Hacemos un pedido a las autoridades, en particular al task force, para que actúen con rapidez, a fin de dar con los autores de este crimen y entregarlos a la justicia. En nuestro país ya han sucedido demasiados homicidios realizados con total impunidad, por asesinos a bordo de motocicletas. Esperemos que éste sea el último”, afirma Mons. Utleg. El prelado agrega que se ofrecerán oraciones por todos los sacerdotes y religiosos, “por su perseverancia en la vocación a la que han sido llamados, para que tengan buena salud y por su seguridad personal”. “Por culpa de los proyectiles de un asesino, que lo han matado inmediatamente después de la misa y luego de haber bautizado a algunos niños, acabamos de perder a un cura joven, celoso de su vocación y devoto, uno que tenía el mismo olor de sus ovejas. Ofrecemos nuestras oraciones por él, por su familia de luto y por los fieles de nuestra amada arquidiócesis”, concluye el arzobispo.

En un comunicado difundido ayer, la Conferencia Episcopal de la Filipinas (CBCP) recordó que el padre Mark era conocido por su compromiso contra la explotación del territorio realizada por las compañías mineras y por sus iniciativas en favor de las poblaciones indígenas de la provincia. La zona de Gattarán, de hecho, es famosa por sus minas de cobre y de oro.

El Pbro. Adalbert Barut, párroco de Tuguegarao, declara que todo el clero de Cagayán está sorprendido y turbado. ¡Lo que más nos hiere es que el padre Mark haya sido asesinado cuando todavía vestía su sotana. Ventura es el segundo cura asesinado en Luzon en los últimos 5 meses. En diciembre del año pasado, el sacerdote jubilado Marcelito Paz, de 72 años, fue asesinado por disparos de arma de fuego, efectuados por sujetos desconocidos, en la ciudad de Jaén, provincia de Nueva Ecija. El caso nunca fue resuelto.

Entrevistado por AsiaNews, un misionero local expresa el temor generalizado, por la seguridad de los sacerdotes y de todos los religiosos y religiosas comprometidos en la defensa de los derechos de las minorías tribales y de los trabajadores. “Estos asesinatos, unidos a otros casos, como la expulsión de sor Patricia Fox, alimentan el miedo. Estamos bajo presión, parece que volvimos a los tiempos de la dictadura del presidente Marcos. Días atrás, tuvimos algunos encuentros con oficiales y autoridades civiles. En todo el país, sobre todo en el sur, estas tensiones también son alimentadas por la presencia de formaciones rebeldes. En algunos casos fueron emitidas órdenes de captura contra estas personas, por presuntas afiliaciones a organizaciones subversivas, y también contra los tribales que trabajan en asociaciones vinculadas a la Iglesia. Este clima torna difícil el trabajo misionero y los obispos no tienen intenciones de agudizar la tensión con declaraciones fuertes”