Card. Tauran en Riad: el diálogo inter-religioso requiere de una ‘educación’ y de actos ‘concretos’
de Fady Noun

En el reino saudita se instituyó un grupo de trabajo dedicado al diálogo entre el Vaticano y la Liga islámica mundial. “Lo que ha sido posible en siglo pasados, ¿por qué no habría de serlo también hoy? Abrir los lugares de culto es una “hospitalidad espiritual, que ayuda a promover la comprensión mutua y la amistad”.


Riad (AsiaNews) – “Deseo de volver a acercarse”, “paso rumbo a la apertura del reino saudita a las demás religiones”, “destello de una apertura manifiesta” son algunas de las expresiones utilizadas por la prensa para sintetizar el significado de la visita a Arabia Saudita (14 al 20 de abril)  efectuada por el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio consejo para el diálogo inter-religioso, país donde fue recibido por el rey Salman. Pero de todas esas frases, la más emblemática sigue siendo la que el Cardenal Tauran mismo pronunció en Arabia: “Lo que nos amenaza a todos no es el choque entre civilizaciones, sino el choque entre ignorancia y radicalismo”, una expresión que se aplica a todas las tensiones de naturaleza religiosa que atraviesan el mundo.

De todos modos, dicha visita constituye el primer viaje de un alto representante de la Iglesia Católica a Arabia Saudita, cuna del wahabismo, una de las corrientes más radicales del islam. En esta ocasión, el cardenal se expresó sobre cuestiones como la libertad religiosa y la igualdad de derechos entre fieles de todas las confesiones. Si bien no se tocó de manera explícita la autorización para construir iglesias o cuando menos, para celebrar el culto cristiano en Arabia Saudita, la visita tuvo, al menos, el mérito de “infringir un tabú” que rige sobre dicho tema y, según fue afirmado por un observador, esto permitirá hablar abiertamente sobre el tema en una fase posterior.   

 

Fuerte simbología

La visita de una semana de duración tuvo amplia cobertura periodística de los medios sauditas, y el cardenal Tauran no dejó de elogiar “el carácter extraordinario” de la misma. Además de tener una fuerte carga simbólica, la misma condujo, en concreto, a la conclusión de un acuerdo que prevé el establecimiento de un grupo de trabajo conformado por el Pontificio consejo para el diálogo inter-religioso y la Liga islámica mundial.   

El grupo será presidido de manera conjunta por el jefe del Consejo y por el presidente de la Liga islámica. El mismo celebrará una reunión temática cada dos años, que se llevará a cabo de manera alternada en Roma y en una ciudad a elección de la Liga. Dichas reuniones serán preparadas por un grupo de coordinación, compuesto por dos delegados por cada una de las partes. Este último comité se reunirá con una periodicidad anual. El acuerdo fue firmado por el cardenal Tauran y por el jeque Mohammad Abdel Karim al-Issa, secretario general de la Liga islámica mundial, quien anteriormente fue recibido por el Papa Francisco el 21 de septiembre de 2017 en la ciudad de Roma.  

“La ignorancia es, por sobre todas las cosas, una amenaza para la coexistencia”, insistió el presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Inter-religioso durante la firma del acuerdo que, espera él, “permitirá que se avance en una causa esencial: la de la educación”.

El cardenal elogió los esfuerzos de la Liga islámica tendientes a lanzar iniciativas para construir puentes entre las religiones. En su deseo de apertura al diálogo inter-religioso, Arabia Saudita ha emprendido, desde hace ya diez años, el Centro Rey Abdallah para el diálogo inter-religioso e inter-cultural en la ciudad de Viena (KAIICD), del cual el Vaticano es miembro observador.

 

Restablecer la verdad en los programas académicos

“Tendremos que elegir el tema para la primera reunión, y pienso que un tema podría ser la educación”, afirmó el cardenal en diálogo con Vatican News, al regresar a Roma. “[Es necesario] restablecer la verdad en los programas académicos, cerciorarse de que se hable bien de los cristianos”, agregó el Card. Tauran. “Pienso que todas las religiones deben confrontarse con dos peligros: el terrorismo y la ignorancia. El futuro es la educación. He insistido mucho sobre esto durante mis encuentros. No puedo haber otro modo de hacerlo”, continuó el cardenal francés.

“Quienes no son musulmanes siguen siendo ciudadanos de segunda clase, y es sobre esto que debe trabajarse mucho”, afirmó, por otro lado, el prelado.

En cuanto a las posibilidades de ver coronados los esfuerzos con el éxito, el cardenal Tauran apunta al largo plazo en lo que respecta a la evolución de Arabia Saudita en materia de apertura a las demás religiones. “Lo que se requiere –dijo- es que todo lo que se haga, sea concreto. Si se trata de palabras y escritos, tenemos cientos de ellos. Pero pienso que la nueva generación, que ha estudiado fuera del reino, está no solamente dispuesta, sino también bien equipada para entablar este tipo de relaciones nuevas… Lo que ha sido posible en los siglos pasados, ¿por qué no habría de ser posible hoy?”

 

Hospitalidad espiritual

Además, como signo de los tiempos, el cardenal celebró una misa en Riad el 15 de abril, para los trabajadores y para la comunidad cristiana toda, que en general se mantiene oculta cuando se trata de celebrar su culto. En su homilía, él dijo estar convencido de que “los cristianos y los musulmanes pueden vivir en paz entre ellos”. Y exaltó “virtudes como la honestidad, la capacidad de escucha y el sentido de hospitalidad” que comparten cristianos y musulmanes. Además, el cardenal recordó que los lugares sagrados cristianos, los que se encuentran “en Tierra Santa, en Roma, o en cualquier otro lugar del mundo, siempre están abiertos a nuestros hermanos y hermanas musulmanes, para los fieles de otras religiones y también para todas las personas de buena voluntad que no profesan ninguna religión”. Y agregó que en numerosos países, las mezquitas están abiertas a los visitantes, y “ese es el tipo de hospitalidad espiritual que ayuda a promover una comprensión mutua y la amistad, superando los prejuicios”.