FMI: Doha es más fuerte que el bloque saudita, pero sigue habiendo elementos de riesgo

Para los expertos, a nivel económico y financiero, el impacto del enfrentamiento entre Qatar y Arabia Saudita se está “debilitando”, aunque permanezcan factores de incertidumbre. Las inyecciones de liquidez y la intervención del Banco Central han compensado un agujero de 40 millardos. Preocupación por posible caída en los precios de los hidrocarburos.  


Doha (AsiaNews/Agencias) – El impacto acusado por Qatar a nivel económico y financiero, tras más de nueve meses de bloqueo saudita, “se está debilitando”; sin embargo, todavía sigue habiendo “algunos elementos de riesgo” para el emirato del Golfo. Es lo que afirman los expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI), para quienes la dirigencia de Doha ha sabido abrir nuevas vías de comercio a lo largo de este tiempo, haciendo que los índices de crecimiento se mantengan siempre positivos.

Hace meses que Qatar está envuelta en el centro de una gravísima crisis política, diplomática y económica que la ha dejado enfrentada con los demás países del Golfo, encabezados por Riad. Hay quienes aducen que el enfrentamiento entre Qatar y Arabia Saudita se originó a raíz de los lazos que Doha mantiene con Teherán -enemigo número uno de los sauditas en la región- y por el [presunto] apoyo brindado a grupos terroristas.  En realidad, detrás de la controversia – en la cual también ha quedado involucrado el canal satelital Al Jazeera, del cual Riad quiere la clausura- estaría la contraposición que rige dentro del islam sunita y, en particular, entre Doha y Abu Dabi.

Un reporte del FMI difundido hace algunos días hace ver que los efectos del bloqueo impuesto por Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto –que, desde junio, cortó todo vínculo diplomático y comercial con Doha- sobre las actividades económicas han demostrado ser “transitorios”. Si bien, por un lado, el financiamiento del exterior y los depósitos privados tuvieron una reducción de aproximadamente 40 millardos de dólares, por otro lado, dicha caída fue compensada por las inyecciones de liquidez del Banco Central y del Ente regulador de Inversiones de Qatar.

Al igual que otras naciones del Golfo que fundan su riqueza en la producción de energía, Qatar ha sufrido las consecuencias del derrumbe mundial de los precios del petróleo y del gas natural. Ello ha obligado a introducir medidas orientadas a la austeridad, para garantizar el presupuesto estatal, frente a una serie de indicadores económicos que muestran un saldo negativo: en el rubro de los hidrocarburos, el 2017 marcó un crecimiento del 4%, mostrando una caída en comparación al 5,6% del año anterior. El Producto Interno Bruto (PIB) del año pasado se mantuvo en 2,1%, con un ligera caída respecto al 2,2% del 2016. El déficit  presupuestario se redujo al 6,0% del PIB, en comparación al 9,2% del año anterior.  

La gran crisis que se aguardaba a causa del bloqueo impuesto por los países del Golfo no se concretó, si bien los expertos del FMI consideran que aún permanecen elementos de riesgo. Los principales riesgos, explican “se centran en la posibilidad de que haya una baja de precios en el sector de los hidrocarburos, así como la aplicación de medidas fiscales, y la incertidumbre que derivaría ante una persistencia de la controversia diplomática”.

En el pasado, Qatar dependía en gran parte de las importaciones provenientes de su vecina Arabia Saudita en lo concerniente a la provisión de alimentos, como la leche y los productos lácteos. Para poder abastecer de comida a una población de 2,7 millones, surgió la necesidad de buscar fuentes alternativas de aprovisionamiento [léase Turquía, Irán y Marruecos], reforzando, simultáneamente, la producción interna.